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El temporal causó graves daños en la emblemática flor de Recoleta

Después de sufrir daños en un episodio climático previo, la escultura fue restaurada el pasado junio, recuperando su capacidad de movimiento gracias a una reparación en su sistema hidráulico que permitió nuevamente el abrir y cerrar de sus pétalos.

El temporal causó graves daños en la emblemática flor de Recoleta
Floralis Genérica (@bpisan67 via Twitter)

Desde su construcción en el 2002 en la Plaza de las Naciones Unidas, la Floralis Genérica se convirtió en un símbolo distintivo de Buenos Aires y un punto de atracción turística. Durante el temporal que golpeo a la Ciudad de Buenos Aires en la madrugada, la obra fue destruida por las fuertes vientos: sus pétalos se derrumbaron.

Esta estructura de acero inoxidable, obra del arquitecto argentino Eduardo Catalano, no solo impresiona por sus dimensiones -20 metros de altura y 18 toneladas de peso- sino también por su singularidad: es la primera escultura con movimiento en la ciudad, gracias a un sistema hidráulico y células fotoeléctricas.

Tras su inauguración, la flor solía desplegar y cerrar sus pétalos diariamente. Sin embargo, tras un incidente durante un temporal que afectó su mecanismo, la Floralis Genérica permaneció estática durante un largo período, dejando de realizar su característico movimiento. El pasado 12 de junio, luego de reparaciones, la flor recuperó su capacidad de moverse, regalando una vez más su encanto a la ciudad. 

La denominación "genérica" alude a la intención del autor de representar a todas las flores, siendo Catalano un destacado profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires y reconocido diseñador de la Ciudad Universitaria, entre otras obras.

La Floralis Genérica, con su majestuosidad y fragilidad, se encuentra nuevamente desafiando las inclemencias del clima. La incertidumbre sobre su pronta restauración y reconfiguración vuelve a capturar la atención de quienes la consideran un ícono vivo de Buenos Aires.

El impacto del último temporal no solo se limitó a la escultura, sino que dejó estragos en varios puntos de la ciudad. Árboles caídos, carteles desplazados y vehículos dañados son testimonio de la crudeza de la tormenta que azotó la capital.