"Acá estamos ready", dice Bandido desde el otro lado de la pantalla. Su nombre real es Maximiliano Cristian Villalba y es de González Catán, Zona Oeste del Gran Buenos Aires, de donde suelen venir muchos artistas que hoy integran la amplia escena de la música urbana argentina.
Tiene 26 años, pero curte la música desde los 11, y este miércoles Duki, Tiago PZK y Rei, tres exponentes de la movida, le dieron la bienvenida oficial al participar del remix de su hit "No me conocen".
"Es algo muy loco. Hago música desde chico y gracias a Dios este año se están dando un montón de oportunidades. Que uno pueda cumplir sus sueños, más en el momento que estamos atravesando, es un beneficio muy grande asi que estoy aprovechándolo a pleno", le cuenta a Filo.News el flamante fichaje de @daleplayrecords.
El ingreso de Maxi en la música está repleto de historias de vida y amistades más que de llamadas entre managers y sellos: fue su padrino quien a sus 11 años le regaló un güiro ("el rallador, como algunos le dicen") porque al descubrírsele un soplo en el corazón no podía hacer actividad física como cualquier chico de su edad.
Corría 2006, pleno auge de la cumbia villera. El Empuje, Agrupación Marilyn y La Banda de Lechuga sonaban fuerte en los celulares de los jóvenes maravillados por poder pasarse música por Bluetooth mientras un joven Bandido empezaba a gestarse en Maximiliano, que con el regalo de su padrino, hacía su debut en la música de la mano de La Tropa Cumbiera.
"El más piccolo", como lo llamó Hernán Caire durante una presentación en "Pasión de Sábado", pronto demostró cualidades: previo a un show en el que se ausentaron tanto el cantante como el animador, fue él, con sus 12 años, quien se puso la banda al hombro.
"'Yo canto', dije y, obvio, se me empezaron a reír. Me mandé igual y canté todo el show. Obviamente que no era Luis Miguel pero la banda me seguía el ritmo", recuerda. "Ahí me di cuenta de que me gustaba cantar".
Pero la cumbia no era el único género que le llamaba la atención: "Me sentaba mucho a escuchar música solo. Tenía un hermano que falleció, así que me quedé yo solo en mi casa. Mis viejos trabajaban y lo único que podía hacer era encerrarme a escuchar música de todo tipo".
Un compilado de temas del puertorriqueño Vico C lo inspiró a dar el próximo paso: componer. "Él contaba muchas historias de vida, pero ¿yo qué tenía para contar si tenía 11 años? Lo único que podía plasmar en una hoja eran esos sentimientos del prejuicio; de subirme a un colectivo, sentarme al lado de la gente y que se corran o se te queden mirando".
Su primera fan fue su mamá Karina ("ella festejaba, siempre estuvo ahí apoyando") que celebraba cada una de sus letras. A esta figura central en la gestación de Bandido se suma Herny DJ, quien le grababa a Román El Original, como otro de los pilares.
Con 14 años y acompañado por un compañero de banda que era percusionista en varios grupos más, conoció el estudio del reconocido productor con la ilusión de poder grabar un tema: "Me acuerdo que estuvo el todo el día grabando. Se hizo de noche y no le había dicho nada. Yo estaba meta codazos hasta que le dijo '¿Sabés que tengo un amigo que le gustaría cantar?'. El chabón lo primero que dijo fue 'No le grabo más a nadie, estoy trabajando en lo mío'. Ahí me rompió el corazón. Se me habrá reflejado en la cara que tiró 'Bueno, a ver vení'".
Con "La Sensación del Bloque" de Randy & De La Ghetto como norte, durante su adolescencia formó el dúo Cris y Ariel junto a un amigo, grabando temas que nunca lanzaron oficialmente.
Ya de adulto pudo conocer "a la mayoría de los DJ que están sonando hoy en día" gracias a su rol como animador de boliches, que se superpuso con su trabajo en una carnicería pero le permitió insertarse en la escena y permanecer conectado.
En 2019 recién lanzó su primer tema bajo el AKA de Bandido, un R&B titulado "'Me quedé muy solo".
¿Cómo llega entonces a presentarse como el "nuevo artista nuevo" de la escena? Bueno, justamente a través de otro que hace muy poco supo estar en su mismo lugar.
"Rei es un factor enorme en todo esto", dice sobre Julián Reininger, quien el año pasado irrumpió en la movida con su "Pininfarina remix" y rompió todo. A través de Danilo Montana, su productor, conoció su trabajo: "Yo decía 'Este pibe la rompe ¿qué onda, por qué no pasa nada todavía?'".
El sentimiento era mutuo, así que poco después el de González Catán y el de Morón se juntaron a grabar. En un día hicieron un reggaetón "que todavía no salió" y un trap que derivó en el "West Side" de Rei ft Ecko.
"Al día siguiente me llamó porque se había cruzado con Ecko, que escuchó el tema y le gustó. Me dijo que era una oportunidad muy grande, si lo podía hacer con él. Le dije sin dudas que sí, porque estábamos ahí buscándola los dos y que un artista en esos momentos se fije en uno, es enorme", relata hoy Bandido.
Y sigue: "Ahi Juli vio el lado humano. Muchas veces se torna muy dificil, pero yo siempre me pongo en el lugar del otro. Hay muchas cosas detrás de un sueño. Hay muchísimas cosas personales. La gente ve siempre resultados y no lo que hay detrás, entonces yo siempre trato de alentar".
Para el remix de "No me conocen", además de Rei, fue clave una situación tan cotidiana como un "Che amigo, ¿te alcanzo?" después de una juntada por Zona Norte en la que coincidió con Duki y Lucho SSJ.
"Tiramos unos free tranqui, después nos pusimos a charlar. En un momento él se tenía que ir y el Uber se perdió. Le digo 'Si queres te alcanzo'. Me acuerdo que era un fla, estaba yendo en el auto con el Duko. No le había dicho que cantaba ni nada, lo único que le dije fue que le mande saludos a la gente de mi barrio que era casi año nuevo".
Meses después salió "No me conocen", la original, y en una juntada entre Rei y Duki, le dieron play. Recién ahí Duko se enteró que era el conductor de aquella vez el que cantaba.
"Me habló diciéndome gracias por la otra vuelta que lo había alcanzado y me preguntó por qué no le había dicho que cantaba. Le gustó la actitud".
Estas son tan sólo snapshots de una escena que aprendió a estar unida y dejar el beef atrás: "Me tocó engancharme en el momento más calmo, donde todos están queriendo estar bien y potenciar a Argentina. Está en un momento épico, en donde los artistas están a full. Estamos todos en unión".
"Yo súper contento de poder entrar en este momento y que ellos me incorporen, me hagan parte. Sé que hay millones de artistas en Argentina y tener la posibilidad de sumar mi granito de arena y que ellos tengan esa buena onda conmigo es algo muy loco, me pone súper contento", agrega.
¿Qué busca Bandido con su música? ¿Qué tiene para aportar a la variada y cambiante escena urbana actual? "Me gustaría dejar la huella del reggaetón del West Side. Que la gente lo pueda curtir, que lo pueda escuchar", dice.
"No pido más que eso. Poder disfrutar de todo esto y seguir viviendo de la música; viviendo no del lado de la monetización y lo material, sino seguir viviendo la música. La música te alimenta el alma. Me pasó de estar trabajando, poder tener un montón de cosas, pero no tenía la música y no podía vivir. Poder seguir haciendo lo que amo y compartirlo con la gente, y que a la gente le guste. Con eso ya soy millonario. Ojalá Dios me dé vida, salud, y pueda compartir lo que yo amo con la gente".