"Watchmen" y el relato actual sobre el racismo, el verdadero protagonista
La serie toma la discriminación racial como la problemática que sigue vigente. ¿De qué manera se conecta una serie de superhéroes con la realidad? Filo.News dialogó con Matías Orta, periodista de cine, para poder comprender con mayor profundidad el tema.
1921. Un niño sentado en el cine junto a su mamá. Una película en blanco y negro corre en la pantalla, hasta que se escucha el estruendo de una bomba en la puerta. Se esconden, temerosos, aterrados. Al cruzar la puerta, se encuentran con bombas, militares corriendo por la calle.
Con esa escena comienza la serie Se trata de la masacre de Tulsa, un episodio real que cobró la vida de más de 300 personas, según indica la comunidad negra estadounidense. Aunque el Gobierno de Oklahoma indica que solo fueron 39, claro. Es que fue una de las épocas más oscuras y secretas de ese país.
“Esa escena fue uno de los hechos de racismo más extremos de los Estados Unidos, y el que los altos mandos más se preocuparon por enterrar. Es muy importante que lo hayan rescatado de esta manera, y en el marco de una historia que siempre fue muy política, muy contestataria. Otra manera de ser fiel al comic y llevar el concepto aún más lejos”, afirma Matías Orta, periodista de cine, en diálogo con este medio.
2019. Luego de la masacre en Tulsa, la serie inmediatamente presenta un Estados Unidos actual alternativo. El grupo supremacista blanco The Seventh Kavalry, quienes se esconden detrás de máscaras con manchas de "Rorschach" en blanco y negro, hace tres años asesinaron a una gran cantidad de policías y sus familias. Es por eso que muchos de ellos utilizan máscaras para ocultar su identidad, y se convierten en vigilantes clandestinos. Sin embargo, los miembros de la organización racista amenazan con atacar de nuevo.
A pesar de que en el cómic escrito por Alan Moore y Dave Gibbons habla de invasiones alienígenas, en la entrega creada por Damon Lindelof el principal enemigo es el racismo. Sin dudas, se conecta con el contexto político y social que atraviesa Estados Unidos en la realidad. ¿De qué manera? ¿A qué se debe esa elección? ¿De qué manera se conecta una serie de superhéroes con la realidad?
En la actualidad no tenemos grupos de policías con máscaras circulando por la calle. Pero siguen existiendo los grupos racistas en todo el mundo. Estados Unidos es uno de los claros ejemplos: el ideal de supremacía blanca se difunde desde la propia presidencia de Donald Trump, quien mostró en reiteradas oportunidades su postura.
Justamente, en julio de este año el presidente afirmó en Twitter que el distrito del representante Elijah Cumming, integrado mayoritariamente por la comunidad negra, es “un caos terrible, infestado de ratas y roedores”, y a su vez un “lugar muy peligroso y sucio”. Según afirma un estudio de tweets de Trump, mayoritariamente relaciona la criminalidad del país con las personas de tez morena o de “barrios pobres”.
“Se mete con la intolerancia y la violencia que se puede apreciar en los Estados Unidos, con sus ataques extremistas lamentablemente cotidianos. Sobre todo, con una parte del país menos visible para quienes vivimos afuera. Pero la América profunda, como le dicen, todavía es una caldera. Asimismo, la violencia racial también es común en Europa, en muchas partes del mundo. Es muy vigente, por desgracia”, considera el periodista.
"La serie se mete con la intolerancia y la violencia que se puede apreciar en los Estados Unidos", opina Matías Orta.
Es que la existencia del racismo se traspola a la vida cotidiana, ya que no solo está instalado a nivel político sino también en la sociedad. Así lo confiesa Jamilah Lemieux, crítico cultural y escritor, en diálogo para El Diario: "Todos los estadounidenses que no son negros se han alimentado de una dieta diaria de propaganda procedente de los padres, las escuelas, la iglesia y los medios de comunicación. Les han dicho que las personas de color, y muy especialmente los negros y los latinos, no son personas de fiar. Les han inculcado que somos criminales, que somos violentos, que somos depredadores y creen que nos tienen que vigilar".
Es por eso que Matías resalta la capacidad de la serie de ser “actual”: “Presenta a superhéroes lidiando con situaciones y personajes actuales. De hecho, en el cómic gracias a algunos de ellos ganan la guerra de Vietnam. Es muy interesante cómo la serie tomó el racismo, que es una cuestión muy real y que nunca desapareció. Esto también linkea con la esencia del cómic: el enemigo está adentro”.
La historia que presenta la serie, según explica Orta, es una continuación de la ucronía que propone el comic de Alan Moore y de Dave Gibbons -y la película de Zack Snyder-: “Un mundo como el nuestro, pero en el que los superhéroes existen y tienen participación decisiva. Superhéroes que, además, suelen usar métodos oscuros y violentos, de moral dudosa pero efectividad innegable”.
Orta resalta que Marvel fue pionero en la inclusión de superhéroes negros en los cómics (Pantera Negra -y la película que fue nominada a los Oscars-, Blade y Luke Cage). Sin embargo, todavía existe diferenciación entre los personajes: "¿Por qué no hay conversaciones sobre la raza en el género de superhéroes fuera de Black Panther? ¿Por qué Don Cheadle tiene que cubrir cada parte de su piel, y también Black Panther, cuando podemos ver todas las caras de los superhéroes blancos?", indicó el director de la serie para Variety.
La serie no solo se introduce en un nivel político al elegir a una protagonista negra (Regina King, que interpreta el personaje de Sister Night), sino también al elegir a una mujer, en un contexto de empoderamiento feminista y de difusión de consignas como #MeToo.
“Que la protagonista sea mujer y negra puede ser visto como una cuestión de coyuntura, como una sintonía con los tiempos actuales de empoderamiento femenino e inclusión. Pero lejos de quedar como un gesto oportunista, se sostiene desde la premisa de la serie. En esa Oklahoma a punto de explotar de nuevo, una superheroína blanca no funcionaría, no generaría la misma empatía”, explica el periodista.
Quién vigila a los vigilantes; esa es la frase que caracteriza a la serie: “Los mismos justicieros enmascarados debieron padecer la intolerancia”, señala Orta. Lo cierto es que su estreno es un indicador de que el debate acerca del racismo en el país debe continuar; como dice Lindelof: "Estamos usando historia alternativa, ciencia ficción o ficción de género para introducir temas que prevalecen en el mundo real".