Entregaron medallas pintadas con liquid paper a chicos discapacitados en Bahía Blanca: "Me pareció una falta de respeto"
Alumnos de esa localidad bonaerense participaron del cierre de un programa de natación para chicos con discapacidad y les entregaron insignias modificadas con corrector. Natalia Muzzi, docente, compartió su historia con FILO
Una situación indignante se llevó a cabo en la ciudad de Bahía Blanca donde alumnos y alumnas con discapacidad de distintas escuelas de esa localidad participaron del cierre de un programa de natación en el que les entregaron medallas pintadas con liquid paper.
FILO se contactó con Natalia Muzzi, docente de la Escuela Especial N°504, quien compartió su visión de los hechos.
La iniciativa, financiada por la Municipalidad de Bahía Blanca, permitió a chicos y chicas de distintas escuelas especiales recibir clases de natación en el Club Uno de esa localidad a lo largo de todo el año. Sin embargo, este martes 13 de noviembre se llevó a cabo la ceremonia de clausura y los participantes recibieron insignias corregidas con liquid paper y escritas encima con la inscripción: "Natación 2018".
"Me produjo mucha indignación y decidí publicarlo por Facebook. Nunca pensé que iba a tener tanta difusión pero está bueno que se sepa. Me pareció una falta de respeto para los chicos", expresó la maestra, en diálogo con este medio.
Si bien los estudiantes estaban "contentos porque recibieron su medalla", padres, madres y docentes quedaron consternados con la actitud de las autoridades.
"Desde la municipalidad lo único que yo recibí es un mensaje del intendente (Héctor Gay) que escribió en mi Facebook, que compartía la indignación, que iba a investigar y a tomar medidas severas, cosa que me hizo sentir muy mal porque yo no pretendía eso", añadió Muzzi.
Al día de hoy, la docente no tiene conocimiento de que los padres y madres involucrados hayan iniciado algún tipo de acción contra el municipio.
La palabra del encargado del programa
Carlos "Bocha" Arias, a cargo del programa, brindó una entrevista al diario La Nueva en la que indicó que 15 días antes del cierre había solicitado la compra de las medallas correspondientes pero, debido a la burocracia estatal, éstas nunca llegaron.
Su idea, entonces, fue entregarle estas placas a los chicos y chicas "para que no se vayan sin nada".