Nicolás Vilela es el joven artista detrás de 'Nico Ilustraciones', nombre con el que identificó sus perfiles en redes sociales. Allí plasma sus obras que se encuentran atravesadas por diversos temas y personajes, y que a su vez, son compartidas por cientos de usuarios y seguidores.

Hoy, el arte no encuentra su esencia exclusivamente en un museo. Las redes sociales abrieron sus puertas de par en par. Se convirtieron en el verdadero espacio de interacción donde es posible interactuar con las creaciones, y más: enviar un mensaje directo al ilustrador.

El artista trasciende de su seudónimo. Las redes generan masividad en las obras, y que cualquier individuo -más allá de su condición económica o recursos- pueda acceder con un click a ver los dibujos.

Nico sitúa el inicio de su carrera durante el año 2007/2008. Estaba estudiando Arte cuando comenzó a publicar sus dibujos en medios gráficos de Tandil. "Fue en ese momento en el que me di cuenta que quería ilustrar, hacer historietas y dibujar para chicos", cuenta en diálogo con FILO.

Con una elección en mente, dejó las publicaciones para avocarse a sus proyectos. "Tenía ganas de desarrollar mi obra y mostrar mis trabajos. Encontré en las redes sociales un espacio donde mostrar lo que podía hacer y que me permitía todos los días subir un dibujo, una viñeta, un cuadro", recuerda.

En 2011 creó 'Nico Ilustraciones'. La iniciativa se originó en Facebook. Desde esa fecha, las publicaciones fueron diarias y constantes.

El arte como trabajo y estilo de vida

Nico hoy se siente un afortunado: vive de sus ilustraciones. "Estos últimos tres años subí un dibujo todos los días y se me dieron muchos trabajos. Por eso, todos los días me levanto y comienzo a dibujar", expresa.

"Tengo la suerte de estar viviendo de los dibujos que yo hago, crear mis propios personajes y ser el editor de mis libros", reconoce

En 2016 el artista se abrió su cuenta de Instagram. Llegó para quedarse. Incluso, asegura que piensa sus historietas en función de dicha red social.

No recibe dinero por los dibujos que sube pero luego los imprime y presenta en diversos sitios e incluso en sus libros y otras mercancías. Además, trabaja en el Municipio de Tandil realizando murales.

Nico se levanta todas las mañanas para dibujar. Compara su labor con la de un panadero. "Él se levanta a hacer pan esté triste o feliz, le haya ido bien o mal. Yo hago lo mismo", asegura

"Devuelvan Nico Ilustraciones": seguidores unidos para ayudar al artista

Como FILO te contó anteriormente, el sábado 6 de octubre Instagram cerró el perfil del artista. Las razones se desconocen aún después de una semana. Nico lo cuenta en primera persona:

"No sé lo que sucedió. Simplemente me cerraron la cuenta y cuando quise volver a entrar no pude hacerlo. Realicé los pasos correspondientes para recuperar la cuenta: me llegó un mail, lo contesté y el resto fue esperar. 

Esa espera se hizo muy larga. No sabía qué norma había infringido. Generalmente te pueden eliminar una foto pero que te cierren la cuenta fue muy extraño. Ante la falta de respuesta, empecé a tratar de solucionarlo contactándome con diferentes personas pero todos llegábamos a un punto del que no podíamos avanzar".

Así nació la iniciativa #DevuelvanNicoIlustraciones. El artista utilizó su cuenta de Facebook para explicarles a sus seguidores el motivo por el que no estaba presente en Instagram.

"El cariño de la gente fue tremendo. Uno a veces no cae en las cosas que suceden en las redes sociales. Fue un gesto de generosidad muy grande por parte de mis colegas".

"Fue un boom. Tuve el apoyo de muchas personas y la difusión de colegas que se solidarizaron con lo sucedido. Toda esa explosión hizo que la cuenta se abra el jueves por la mañana", afirma Nico, quien agrega que, de lo contrario, le hubieran devuelto la cuenta aproximadamente en un mes. 

Contar a través de sus personajes

"Mi primer personaje fue El Fantasmita. Lo empecé a dibujar para una revista infantil. Cuando comencé a publicar en las redes sociales fue el primero que subí. El Fantasmita me permitía -por su simpleza- poder dibujar todos los días y con él fui desarrollando muchas ideas.

Al pasar el tiempo sentí la necesidad de poder contar más cosas. Empecé a ser humor gráfico: tiras de dos personajes que terminan en un remate humorístico. Luego hice 'Charlas de corazón' donde plasmo la cuestión del desamor, la búsqueda del amor y el compartir una cerveza.

Después surgió 'Humor de camas'. Allí comencé a plasmar cuestiones de sexo, también de desamor o de lo casual. Así, muchos otros como el Niño Superhéroe y más.

Los personajes me brindan la posibilidad de tener una diversidad artística y de cosas para decir. A veces me meto también con cuestiones políticas. Todo lo que me sucede lo plasmo en el dibujo", concluye.