El próximo martes 5 de noviembre se definirá el futuro de Estados Unidos. Kamala Harris se enfrenta Donald Trump por la conducción de la potencia norteamericana. Cercanos a un nuevo día de comicios se implementaron múltiples medidas de seguridad.
Centenares de equipos de seguridad, drones, francotiradores, cristales y chalecos antibalas y hasta un botón de pánico conectado con el número de emergencias se encargarán de velar por el correcto desarrollo de la jornada, permitiendo que todos ejerzan su derecho al voto.
El Departamento de Justicia enviará observadores electorales a 86 jurisdicciones en 27 estados, entre ellos los considerados claves. Hasta ahora, se estima que un 53% de las votantes serán mujeres.
Sin embargo, la polarización en el país respecto a las elecciones escaló a niveles sin precedentes. Un ejemplo de lo mencionado sería la toma del Capitolio de EEUU tras la victoria de Joe Biden en 2021.
Ante la posibilidad de que este suceso se repita, la policía del Capitolio realizó un simulacro de evacuación en el que participaron 12 helicópteros, según Fox News. Por otra parte, para evitar que se den protestas violentas, como ocurrió en 2020 contra las oficinas electorales de los condados, los estados, especialmente los más disputados, han destinado millones de dólares a los gobiernos locales para que refuercen su seguridad.