A los cinco años, cuando Candela Belén Francisco Guecamburu vio que Papá Noel le había traído un tablero de ajedrez de regalo, tuvo una reacción escueta. "Interesante", dijo y dejó el juego tirado en algún rincón de su casa. Pero, sin saberlo, ese regalo iba a marcar su vida. Y vaya si lo hizo.
En mayo pasado, la joven que hoy tiene 16 años entró en la historia del ajedrez argentino al consagrarse campeona americana de manera invicta en el Continental realizado en La Habana, Cuba. Además, pasó a ser la número uno del país y se convirtió en la tercera Gran Maestra nacional de todos los tiempos, un logro que solo habían conseguido Claudia Amura y Carolina Luján.
"Fui liderando todo el torneo. Siempre estuve puntera, a veces compartiendo la cima con otra jugadora y a veces en solitario. Y llegué a la última ronda sabiendo que empatando o ganando la partida ya se definía que yo era campeona", cuenta en una charla con Filo.news. Y continúa: "Así que preparé a mi rival, jugué a algo que no era a lo que usualmente jugaba y justo a ella le molestaba bastante. Entonces le ofrecí el empate. Mi oponente me preguntó si podía levantarse para ver como iban las otras partidas, volvió, pensó un poco más y me dio la mano".
En la gran definición, la argentina venció a la maestra peruana Deysi Cori Tello, la jugadora más destacada de Latinoamérica. "Estoy muy contenta, siento que es una bendición. Creo que tanto esfuerzo, trabajo y dedicación dieron sus frutos", asegura la múltiple campeona nacional, sudamericana y panamericana en diferentes categorías de Sub 12 a Sub 20.
Unos años después de aquel regalo navideño, cuando Candela ya tenía nueve, se reencontró con el deporte del tablero cuando sus padres descubrieron que en un shopping de Pilar daban clases de ajedrez los sábados a la mañana, en el mismo horario en el que ellos iban a colaborar con un comedor de niños. Y ahí comenzó a transitar un camino que no abandonó nunca más. "Cuando terminó la clase me preguntaron si me había gustado, les dije que sí, volví a ir y así empecé", recuerda.
La integrante del Círculo de Ajedrez de Villa Martelli pasa varias horas del día frente a la computadora, aprendiendo y analizando jugadas con blancas y negras sobre el tablero online. De hecho, buscando administrarse mejor sus horarios para poder dedicarle mayor tiempo al ajedrez, este año comenzó a estudiar en una escuela a distancia.
"El ajedrez te ayuda a pensar lo que vayas a hacer. Tu acción pude traer consecuencias que pueden ser buenas o malas pero tenés que pensar bien lo que vas a hacer. Y eso mismo aplica para la vida", afirma Candela.
El título de América le dio la llave a Candela para desbloquear un nuevo y desafiante objetivo: la Copa del Mundo, que se disputará en Baku, Azerbaiyan, del 29 de julio al 26 de agosto de este año.
Mientras encabeza una campaña en sus redes sociales para poder costearse el viaje al Mundial y completar la ayuda que recibió de parte de la Municipalidad de Pilar, la argentina disfruta del presente que está viviendo y visualiza en el horizonte la Copa del Mundo. "Obvio que ganarla es el sueño máximo. Es un torneo difícil, pero estoy con muchas expectativas. Y encima es la Copa del Mundo de adultos, que es también todo un desafío", asegura Candela que, como dice la canción, ahora se vuelve a ilusionar.