Si alguna vez un pogo transmitió tanto, probablemente haya sido durante un recital de Los Redondos. Algo de eso quedó dando vueltas desde el Día 1 del Lollapalooza Argentina 2022 cuando Bizarrap invitó a Gaspar Benegas, músico de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, a tocar "Jijiji" sobre el escenario bordeando el final de la primera jornada.

Los Strokes hicieron lo suyo al día siguiente, ante un show que interpelaba a los millennials más que a los centennialls y renegaba del reggaetón de Justin Quiles, que sonaba desde el Escenario Perry's y se superponía con su sonido.

El cierre le quedó a los Foo Fighters que, con un recital extenso y emocionante, devolvió al público la cercanía y el calor que no tenía desde los tiempos pre pandémicos. ¿Se puede llorar con un pogo? Yo creo que sí.

Las 100.000 personas que hubo por día y el verlas rebotar entre escenarios como hormigas en fila regalaban a los ojos una imagen que quienes amamos la música (y sobre todo, la música en vivo) pensamos que durante mucho tiempo no íbamos a volver a ver.

La particularidad de que esta vez los artistas argentinos copen gran parte del line up sumó otro punto a favor de la mística de esta edición. Nuestra cepa de música made acá está triunfando en todo el mundo, y sobre todo, en su propia tierra. Bizarrap como acto final del Día 1, Duki teniendo más público que el norteamericano A$AP Rocky y Dillom acaparando uno de los horarios del prime time de la grilla son sólo algunos de los tantos ejemplos.

El desarrollo de las artistas como mega estrellas -o potenciales mega estrellas- con proyección internacional fue otro rasgo a destacar: Emilia (¿acaso la próxima Lali?), Nicki Nicole, y la inesperada participación de María Becerra en el show de Lola Índigo demostraron la masividad que pueden llegar a alcanzar, acá, allá y donde sea. 

Miley Cyrus y Doja Cat, otros dos highlights imposibles de no mencionar. La ex niña Disney que se llevó todos los prejuicios que eso conlleva con la sólida carrera que viene desarrollando desde hace años, ahora inclinada hacia un glam rock con tintes de pop, y la californiana que canta, rapea, baila, e hipnotiza al público, son dos ejemplos de hacia donde van nuestras artistas.

Otro as en el festival fue Babasónicos, pilares de la música argentina de los últimos 25 años, vigentes, actuales y tan masivos como admirados. Y si de masivo hablamos, tenemos que hablar de L-Gante, que terminó presentándose en horario casi de cierre de un festival mainstream a dos años de haber sacado su famoso "L-Gante RKT".

¿Hubo cosas que podrían haber estado mejor? Por supuesto. Las bajas de C. Tangana, Jane's Addiction y King Gizzard amagaron por un momento con opacar una edición que ya venía golpeada por la suspensión debido a la pandemia, pero la calidad de los shows y sobre todo el anhelo de volver a eso que, entre muchísimas cosas, nos arrebató el Covid-19, se sobrepuso a todo.

Si pensamos con qué nos podemos quedar de este Lollapalooza 2022, podríamos resumirlo en la siguiente frase: es sólo un atisbo de todo lo que está por venir. De los shows internacionales, que nos abandonaron hace tiempo; del sentimiento de que no hay nada mejor que ese momento, ese lugar, esa gente y esa canción que está sonando; de todo lo que puede llegar a ocurrir en medio de un recital. Es la vuelta del pogo.