No se trata de una acusación que "manchó" la carrera de Kobe Bryant ni de su "lado oscuro", como otros medios decidieron titular. Lisa y llanamente se trata de una denuncia por violación que nunca llegó a juicio y fue acallada por un arreglo privado entre las partes involucradas.

La accidental muerte de la ex estrella de la NBA suscitó una marea de elogios, halagos y lamentos. Pero también alguna que otra olita que recordó un caso que, judicialmente, nunca se resolvió. A pesar de que muchas personas calificaron el traer el asunto a colación como "inoportuno", he aquí una recapitulación de una causa que también formó parte de la vida de Kobe Bryant.

El hecho en cuestión ocurrió a fines de junio de 2003. Kobe tenía 24 años y se preparaba para someterse a una cirugía cerca del pueblo de Edwards, en el estado de Colorado. La noche anterior a la operación, se hospedó junto a otros dos hombres en el hotel Lodge y Spa de Cordillera. Una de las empleadas allí, de entonces 19 años, acusó al jugador de haberla violado en su habitación la noche del 30 de junio.

Según consta en la declaración policial que la joven hizo al día siguiente (1 de julio de 2003) y reproduce el medio norteamericano The Daily Beast, Bryant le había pedido que le dé un tour por las instalaciones, a lo cual ella aceptó.

Una vez terminado éste, ambos regresaron al cuarto del deportista y se sentaron a hablar. En determinado momento, y como su jornada laboral ya había finalizado, la muchacha se levantó para irse. Allí fue cuando él la abrazó y comenzó a besarla. 

El beso, que la chica declaró como consensuado, duró unos 5 minutos. Sin embargo, cuando el jugador empezó a manosearla, a tomarla del trasero, a tocarle los pechos y tomarle la mano para que le tocara los genitales, ya no lo fue. A pesar de sus intentos de sacárselo de encima, de decirle que necesitaba irse, él siguió. "Se sacó los pantalones y ahí es cuando empecé a retroceder y quitármelo de encima, pero él empezó a ahorcarme; no tanto como para dejarme sin aire pero lo suficiente como para asustarme", declaró.

Siempre tomándola del cuello -al punto en que le quedaron moretones- la obligó a quedarse en el cuarto mientras la manoseaba, para luego penetrarla durante alrededor de 5 minutos. Durante todo ese tiempo, ella lloraba. "Cuando intenté escaparme de una forma un poco más agresiva es cuando él paró". Antes de dejarla ir, le advirtió: "Esto queda entre nosotros dos".

En la declaración del jugador estrella figura que en un principio lo negó todo. Luego, aseguró que mantuvo un encuentro sexual con la denunciante, pero que fue consensuado: Bryant asumió que había consenso basándose en "el lenguaje corporal" de la joven, a pesar de no habérselo pedido en ningún momento.

El 4 de julio de ese año llegó la orden de arresto para el basquetbolista. Por supuesto, tras abonar una fianza de 25.000 dólares, salió en libertad. Dos días después se conocería la noticia públicamente y recién el 18 sería formalmente acusado.

Ese día, Kobe brindó una conferencia de prensa en la que su abogada declararía su inocencia. Allí, sentado al lado de su esposa Vanessa, admitió haber tenido una encuentro extramarital aunque, insistió, consensuado.

Durante la investigación se constató que la denunciante presentaba lesiones vaginales compatibles con una violación. Además, se incautó una remera del acusado en la que había gotas de sangre de la víctima. 

A pesar de las pruebas, el 1 de septiembre de 2004 la acusación decidió retirar los cargos ya que la muchacha se negaba a testificar en el juicio. En esa fecha, Bryant emitió un comunicado en el que pedía perdón y admitía los hechos.

"Primero quiero pedir disculpas a la mujer involucrada en este episodio. Quiero disculparme por mi comportamiento aquella noche y por las consecuencias que sufrió en el último año", inicia el texto.

Tras extender el pedido de disculpas a amigos, familia, fans e incluso a los ciudadanos de la zona, aclaró que a pesar de que para él "verdaderamente el encuentro fue consensuado", reconoció el hecho de que "ella no vio ni ve este incidente de la misma forma que yo".

El litigio civil terminó con un acuerdo entre las partes cuyo monto no se conoció, pero el diario Los Angeles Times asegura que asciende a 2.5 millones de dólares.

Nunca más se habló del asunto y hay muchas personas, sobre todo en las redes sociales, que hoy entienden que el fallecimiento de Kobe Bryant no amerita recordar las cosas malas, sólo las buenas. Lo cierto es que la muerte no santifica a nadie (ni aunque se trate de un ídolo global) y los casos en los que se ejerció violencia de cualquier tipo merecen ser mencionados para poder prevenirla y erradicarla desde el discurso y desde la acción.