Enviado a principios de mes al Congreso de la Nación, el proyecto de ley de "Cuidar en Igualdad" contempla el derecho de todas las personas a recibir y brindar cuidados y hace visible el valor social y económico de este tipo de tareas, al reconocerlas como un trabajo.
La propuesta propone la extensión de las licencias de maternidad y de paternidad, y determina la creación de nuevas de ellas, como las de adopción o por violencia doméstica.
Para conocer los alcances de la iniciativa, Filo.News habló con Cintia González Oviedo, CEO de la consultora Bridge The Gap y asesora del proyecto.
Los trabajos de cuidados, un ajuste femeneizado
Actualmente, en Argentina, gran parte del trabajo de cuidados se realiza de forma invisibilizada y no remunerada, y es ampliamente desigual. Según los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2021 elaborada por el INDEC, en el país, el 91,6% de las mujeres participa de alguna de las tareas de cuidado, pero solamente el 73,9% de los varones.
Si se tienen en cuenta los datos del tiempo tomados de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) del 2013, las mujeres pasan 5,7 horas por día realizando trabajo de cuidado no remunerado mientras que los varones dedican en promedio solo 2 horas diarias.
Frente a este panorama, el proyecto prevé la creación del Sistema Integral de Cuidados de Argentina con perspectiva de género (SINCA), el cual contempla la promoción de un conjunto de políticas y servicios que aseguran la provisión, la socialización, el reconocimiento y la redistribución del trabajo de cuidado entre el sector público, el sector privado, las familias y las organizaciones comunitarias y entre todas las identidades de género para poder acceder a los derechos de cuidar y ser cuidados de forma igual.
Además, la propuesta obliga al Ministerio de Obras Públicas a destinar anualmente al menos el 8.5% de su presupuesto a la ampliación de la infraestructura pública de cuidados y tiene en cuenta la adaptación de las jornadas laborales. También, integra la creación de un registro nacional de trabajadoras y trabajadores del cuidado remunerado y exige al Poder Ejecutivo Nacional crear un registro de espacios comunitarios de cuidado.
“El impacto del proyecto en temas de cuidados afecta directamente las mujeres porque este tipo de trabajo no está formalizado, todas las trabajadoras de cuidado general no están registradas, especialmente las empleadas de casas particulares. El SINCA propone el registro formal de estas personas, lo cual impactaría directamente a su vez en la recaudación tributaria. Se reactiva la economía de los barrios populares, sobre todo al ofrecer otros beneficios como generar espacios de cuidado, que hoy es una de las principales barreras, sobre todo en las mujeres más pobres para poder insertarse en el mercado laboral”, explica González Oviedo.
“Al ser que las mujeres estamos fuera de la economía formal, por eso se dice que la pobreza es feminizada, hay un impacto directo en la pirámide socioeconómica ya que la mayor parte del trabajo de cuidados recae sobre nosotras”, agrega.
La ampliación del régimen de licencias
La propuesta, presentada durante los primeros días de mayo, modifica el sistema de licencias público y privado y establece cambios a la legislación vigente. “Uno de los principales argumentos de las empresas y las organizaciones empleadoras para no contratar mujeres, aunque no lo digan a viva voz porque implica discriminación, es que se encuentran en edad reproductiva de su ciclo vital o que sean madres o que tengan a su cuidado a niños pequeños. Este proyecto de ley viene a equiparar la situación entre varones y mujeres”, señala la CEO de Bridge The Gap.
Hoy en día, la licencia por maternidad en Argentina es de 90 días y la de paternidad únicamente de dos días, por debajo de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, en caso de aprobarse el proyecto, la licencia por maternidad o para personas gestantes pasará de esos 90 días a un total de 126. Según indica el texto de la medida, “estos días podrán utilizarse durante los 45 días anteriores al parto y hasta 81 días posteriores, con opción de usar 30 previos y 96 luego del nacimiento”.
En tanto, las licencias para paternidad o para personas no gestantes pasaría de los 2 días a un total de 90, donde 15 días deben ser utilizados apenas se produce el nacimiento y el resto pueden usarse dentro de los 180 días posteriores. “Este aumento se prevé progresivo, es decir que se realizará de manera escalonada: a partir la entrada en vigencia de la ley, se elevará la licencia a 15 días; luego de dos años, a 30; luego de cuatro a 45; luego de seis a 60 días y al cumplirse ocho años de vigencia de la ley, la licencia será de 90 días”, añade el proyecto.
Al respecto, González Oviedo expresó: “Si bien Argentina es pionera en el mundo en materia de ampliación de derechos, estábamos muy atrás con el tema licencias de paternidad”.
“Este proyecto, a nivel regional, nos pone por encima de las recomendaciones de la OIT. No se trata solo de la ampliación de licencias, sino de un sistema de políticas públicas que incorpora todo lo que implica las tareas de cuidados que incluye a identidades no binarias, es decir, se empieza a hablar de personas gestantes y no solamente de mujeres y varones”, sostuvo.
Los períodos de licencia no implican ningún aumento de costos para los empleadores ya que está previsto que las nuevas licencias sean financiadas por la seguridad social.
Por otra parte, se promueve la creación de licencias para futuros adoptantes y licencias por adopción, de 2 a 12 días por año para quienes estén por adoptar para realizar visitas, mientras que en caso de adopción, se establece una licencia de 90 días. Además, se crea una licencia para acompañar convivientes que realizan técnicas de reproducción médicamente asistida.
Otro punto importante de la ley es que reconoce el derecho a cuidar a monotributistas, monotributistas sociales y trabajadores autónomos, a través de la creación de una asignación, cuyo monto consistirá en el pago mensual del Salario Mínimo Vital y Móvil.
Asimismo, “Cuidar en Igualdad” modifica las licencias especiales previstas en la Ley de Contrato de Trabajo, en donde se establece la creación de la licencia por violencia de género, de hasta un máximo de 20 días por año.
Más que un proyecto de ley
Para González Oviedo, la medida “no es solo un proyecto de ley donde se ven las posibles extensiones de licencias de maternidad y paternidad”, sino que implica “todo el conjunto del abordaje de la economía de cuidados de una manera sistémica, es decir, el impacto que tiene este tipo de trabajo en el desarrollo económico de un país, cuánto aporta a la economía formal visibilizando que una no existe sin el soporte de la otra”.
“Este proyecto se aggiorna a las cosmovisiones modernas de maternidad y paternidad y también a los nuevos paradigmas laborales de las tendencias de la llamada era digital”, concluye.