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Comida #cerveza#Chupi#chegusán#San patricio

Verde que te quiero verde: qué hay detrás de la birra ícono de San Patricio

Para celebrar este 17 de marzo, uno de los productos estrella de las cervecerías es la pinta verde. En esta nota te contamos dónde la podés pedir, cómo se elabora y por qué a alguien se le ocurrió que era una buena idea. 

Verde que te quiero verde: qué hay detrás de la birra ícono de San Patricio
Cerveza verde: la estrella de San Patricio que ya es furor en Argentina (Instagram @abastocerveceria)

Al igual que octubre, marzo es un mes efervescente para los amantes de la birra: el día 17 se festeja San Patricio, una antigua celebración de origen irlandés que derribó sus fronteras y fue apropiada por todo el mundo (nadie osaría en desaprovechar una ocasión para tomar más cerveza). Pero lo cierto es que no nació como un rito cervecero.

En el año 1631, la Iglesia Católica designó el 17 de marzo como el Día de San Patricio en honor a un sacerdote que eligió autodenominarse Patricio por su rol religioso (deriva del término latino para "figura paterna"). En realidad, Patricio era Maewyn Succat, un hombre oriundo de las tierras de Gran Bretaña que, luego de ser esclavo en Irlanda, comenzó a profesar la fe cristiana y a propagar sus creencias alrededor del año 432 d.C. Según cuentan algunas leyendas, Patricio recurría a un trébol de tres hojas para enseñar a los irlandeses sobre la Santa Trinidad. 

¿Qué tiene que ver esto con la cerveza? Nada. De hecho, en los tiempos en los que la festividad aún se encontraba muy ligada a la religión, todos los pubs cerraban por el día y los creyentes acudían a la Iglesia. Es más: San Patricio cae en medio de la cuaresma, la preparación para la Pascua, por lo que no es precisamente un momento de descontrol y libertinaje. Podría decirse que la fiesta tal como la conocemos surgió en Estados Unidos, y se establece un desfile de soldados irlandeses en Nueva York en 1762 como un precedente clave: a partir de entonces, la fecha se volvió alegre, masiva, hizo su recorrido de regreso a Irlanda y dio la vuelta al globo. 

Birra verde: ¿cómo y por qué?

Aunque servir cerveza verde es una tendencia todavía tímida en Argentina -donde venimos celebrando San Patricio desde hace bastante tiempo-, es algo muy común en Estados Unidos y otros países que se han tomado aún más en serio la efeméride. De acuerdo a lo publicado por el medio The Vox, una de las primeras pintas de este color inusual data de 1914, cuando el físico Thomas H. Curtin decidió fabricarla para su clubhouse neoyorquino. La bebida fue cada vez más popular hasta volverse realmente mainstream e internacional en los años 50, y así siguió su curso hasta la actualidad. 

El secreto: colorante alimenticio. El mismo ingrediente que se añade a postres y tortas en pastelería, que es 100% comestible y permite dar color sin alterar sabor, aroma ni consistencia. ¿Decepcionante? "Si yo buscara otro ingrediente que le diera color verde a la cerveza, sería muy difícil que no aporte sabores. ¿Palta? No creo que a alguien le guste tomar una cerveza de palta. ¿Albahaca? ¿Menta? Es muy complicado a veces conseguir, con componentes orgánicos, color y no sabor, sabor y no color...", explica Alexis Bracco, licenciado en publicidad y responsable de Bretonia, la fábrica de cerveza que funciona hace más de 10 años y tiene su bar en Palermo (Bretonia Soho, en Cabrera 4946). Es una de las cervecerías que se animaron a introducir la variedad verde, que en este caso es una Blonde con 4% de alcohol y 20 IBUs (liviana, de alta tomabilidad). No es algo increíble para la marca, que suele preparar otros estilos insólitos como Stout con coco y dulce de leche o birra de Halloween, con pulpa de calabaza y especias. Su "Green Patricks" se puede tomar en su bar o en muchos otros puntos de Buenos Aires, como The Barbeer,  Distrito Federal Cervecería, La Positiva Club Beer, Alla Spina, La Mejor Dupla, Fortaleza Tienda de Alimientos, Joffer's Cervecería, Pope Cervecería y Galletano Bar. 

En PRÄTA (Malabia 1781), la tradición norteamericana se sigue al pie de la letra y las cervezas verdes están por doquier: sus nuevos dueños (desde hace seis meses) son expats de Los Ángeles y decidieron que todos sus estilos -tienen una decena de cervezas distintas de varios productores- se puedan pedir con el toque irlandés. Además, hay happy hour toda la noche a $85 la pinta y, como buen refugio de expatriados, la cocina acompaña con especialidades tex-mex. 

También grandes cervecerías como Antares, Barba Roja y Blest tienen sus versiones de la icónica birra. En el interior del país, otras microcervecerías reproducen el estilo como Abasto (Av. Pellegrini 933, Rosario), en Santa Fe, que eligió la idea por primera vez para promocionar la celebración y comercializa una birra rubia tradicional coloreada a apenas ¡$50! Los Árboles (Balneario Santiago Inkier, Colón), en Entre Ríos, se sumó a la movida, al igual que La Patagónica (Hipólito Yrigoyen 4088, Comodoro Rivadavia), en Chubut, o Club Social Bodegón (Italia 5879, Luján de Cuyo), en Mendoza; los nombres de bares que hacen eco de la tendencia se acumulan infinitamente.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Si se quiere probar en casa, es tan sencillo como adquirir el colorante comestible en locales de repostería o hasta de cotillón, y encontrar el color justo en el vaso. En el hemisferio norte, las masas evolucionaron y llegaron un poco más lejos con la birra brillante: pintas que, además de tener color, llevan glitter, produciendo un efecto fuera de serie. Nos encanta, pero bueno: vamos de a poco. 

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