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Comida #chegusán#Soda

Es un hecho: volvió la soda

Aunque los argentinos nunca rompieron su romance con el sifón, ahora la bebida encuentra un nuevo protagonismo en bares y restaurantes, apuntando a un público joven y ecléctico. 

Es un hecho: volvió la soda
Foto: Instagram @sifon.soderia

Hace unos treinta años, en la década de los ochenta y de los noventa, la soda era habitué en las mesas argentinas, sobre todo porque se usaba para rebajar el vino común. Según datos de la Dirección Nacional de Alimentos y Bebidas, en 1983 se consumían alrededor de 180 litros por año por persona. Un montón: como 15 litros por cabeza mensuales en toda la Argentina. Quince años después, hacia fines del siglo, ese número había caído a la mitad. Y ahora, las estimaciones -no hay estadísticas oficiales por tratarse de un mercado muy atomizado- indican que sostenemos un consumo anual de 40 o 50 litros per cápita, todavía tan contundente como para ubicarnos en los primeros puestos del ranking internacional.

Dicho esto, podemos aclarar el título: no es que la soda alguna vez se fue, pero con la transformación del mundo del vino, la "extinción" del sodero y la diversificación de la góndola, se corrió del centro de escena para resistir en algunos hogares y un puñado de bares notables o con impronta de bodegón. Sin embargo, en el último tiempo, el relato parece estar cambiando. El sifón no solo empieza a desplazar a las botellitas de agua con gas en algunos de los restaurantes más nuevos y cancheros de Buenos Aires, sino que pasa a ser una bebida reivindicada con orgullo.

¿Para tanto? Sí. El mejor ejemplo de esta retro-revolución es Sifón, la sodería que abrió en Chacarita en septiembre de 2019 y que atrae ya no a los tradicionales amantes de la soda, sino a una generación joven, diversa y relajada de consumidores. La soda acompaña platos chicos, hechos a la plancha, de esos que se piensan para pedir de a varios y compartir, en un local sencillo pero lleno de detalles: sillas escolares de colores, reposeras, heladeras saturadas de sifones y cortinitas de almacén. 

Otros lugares no organizan su propuesta alrededor de la soda, pero sí la suman como fuerte aliada, ya sea sola, en sodeados o en vermús. No se trata de una estética vintage (bah: un poco sí), sino de una reconexión con un producto argentino emblemático y versátil, que nos enseñaron a amar de chicos y que todavía tiene mucho para contar. ¿Te entraron ganas de pedirte un sifón? Mirá: te dejamos una lista con solo algunos de los locales que se nos vienen a la mente. Seguro hay más. Si los descubrís, contá.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Vermú La Fuerza ⚡ (@vermulafuerza) el

  • El Preferido de Palermo: Jorge Luis Borges 2108, Palermo.
  • La Fuerza: Av. Dorrego 1409, Chacarita.
  • Los Galgos: Av. Callao 501, Centro.
  • Sheikob's Bagels: Uriarte 1386, Palermo.
  • Maikel & Billy: Carlos Calvo 483, San Telmo.
  • Sifón: Av. Jorge Newbery 3881, Chacarita.
  • El Santa Evita: Julián Álvarez 1479, Villa Crespo.
  • Proper: Aráoz 1676, Villa Crespo.
  • Café San Juan: Chile 474, San Telmo.
  • Dame Bola: Av. Dorrego 911, Villa Crespo.
  • La Favorita: Honduras 5288, Palermo.
  • Rebelión: Gurruchaga 1795, Palermo.

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