1972, un año antes del golpe de estado que irrumpió en Uruguay,  también conocido como “El Año de la Furia”,  es el segundo largometraje de Rafel Russo que nos introduce en una atmosfera  de incertidumbre, dolor, silencio y relaciones afectivas complicadas y que ya podes ver en HBO MAX. 

Con Filo.News pudimos conversar con este talentoso director, nacido en Madrid pero de padres argentinos, que eligió retratar una historia desde un punto de vista menos explotado y que, entre otras cosas, nos contó cómo  le surgió a raíz de un evento denominado la “manifestación de los parabrisas” la idea de este film. 

 “Se han hecho ya muchas películas sobre las dictaduras latinoamericanas, pero sobre Uruguay se han hecho menos”, cuenta.

Además, dice “por lo general  los films sobre la dictadura suelen responder a un mismo patrón, que es contar el horror de lo que ocurrió, por eso, esta vez el reto estaba en buscarle un ángulo diferente”. Y lo hace de una manera eficaz ya que sus personajes están atravesados por el remordimiento de las elecciones personales.

Vía zoom también pudimos conversar con, Joaquín Furriel y Martina Guzmán protagonistas del film junto a un gran elenco hipano-argentino. 

Martina interpreta a una prostituta (Susana)  que se enamora de un militar (Daniel Grao) personaje que le aporta a la película el costado más controversial ya que se debate entre el amor, la culpa y su trabajo de torturador.

En ese contexto la actriz contó que el mayor desafío de este papel fue construir esta historia desde el silencio.

“Susana es un personaje que se construye prácticamente sin diálogo, desde un lenguaje corporal, las miradas y la relación con los otros personajes”, explica Gusmán que además revela que este proyecto la atraviesa de manera muy personal, ya que toca fibras de su propia historia y la de sus padres.

“Si bien todo transcurre en Uruguay, hay muchas similitudes con lo que ocurrió en la Argentina y a mí es algo que me toca muy de cerca, por ser de la de generación de los hijos de desaparecidos y por tener padres que militaron en la década del 70. Por lo tanto la política, durante toda mi infancia, fue algo muy fuerte. Me atravesó mucho en toda mi construcción como persona”.

Otro de los personajes que llevan el hilo conductor de esta historia es el que interpreta Joaquín Furriel, que se pone en la piel de Leonardo un escritor y guionista que lucha contra la censura, y su propio terror.

"Lo decisivo era situarme al ras de tierra con todos los personajes, incluso con los del otro lado. Me interesaba mostrar cómo está engrosada la máquina del mal". 

Allí Furriel nos contó cuál fue su mayor desafío en este film y cuál es la importancia de que películas como estas sigan realizándose para ejercitar la memoria.

“Después de una pandemia que expuso lo peor del sistema capitalista, empezamos a ver de una manera muy evidente que el miedo, la violencia, y la censura se despierta mucho más rápido de lo que uno desearía”, comienza introduciendo y asegura sobre su personaje: “Lo que pasa con mi personaje en la película es que él ya tuvo un año de la furia previo al año de la furia, es un personaje que ya los servicios de inteligencia habían hecho su trabajo sobre él. Entonces es cómo de manera no evidente puede tratar de ayudar a comprender lo que está pasando y advertir que lo que se viene es grave de verdad, porque él ya lo sufrió en el cuerpo”.

“Durante todo el rodaje del film tenía presente la imagen de si el agua está hirviendo la rana salta, pero cuando el agua está fría y se va calentando de a poco, hasta que llega el hervor, probablemente ya no tengas la posibilidad de saltar, y eso es un poco lo que mi personaje va construyendo e intentando anticipar”, advierte Furriel. 

En el film Russo sitúa a sus personajes en lugares, poco comunes, pero muy cercanos, y esto le representó el mayor desafío, y sobre eso nos revela: “Me atraía mucho contar el punto de vista del creador, del artista, del escritor, porque en una situación como esta el artista tiene una responsabilidad mayor, posee un arma en su mano y tiene que tomar la decisión de si la utiliza o no”, comenta.

“Si aprietas el gatillo del arma que tú tienes puedes cambiar cosas, pero te estás jugando el pellejo también. Es una decisión difícil. Y si no lo haces sientes que estás huyendo, no te puedes evadir en ficciones cuando ves lo que está ocurriendo ahí fuera”, resume.

“Lo decisivo era situarme al ras de tierra con todos los personajes, incluso con los del otro lado. Contar cómo el miedo podía llegar a atenazar a un militar al que le han enseñado a ser vehemente en la represión, cómo convive con sus demonios y si tiene algún resquicio de libertad. Me interesaba mostrar cómo está engrosada la máquina del mal”, completa.

El año de la furia, es un film que ya se encuentra disponible en HBO MAX y donde completan el elenco Alberto Ammann, Daniel Grao, Maribel Verdú, Miguel Ángel Solá y Daniel Freire.