En un artículo del periódico Le Parisien el viernes pasado, la fotógrafa francesa Valentine Monnier acusó a Roman Polanski de haberla violado en Suiza en 1975. Ahora el abogado del director, Hervé Témime, desmintió las acusaciones y contraatacó diciendo que demandarán al diario por publicar la denuncia. El director de Le Parisien afirma que tiene un documento firmado por varios testigos para poner a disposición de la Justicia.
Las declaraciones de Monnier hablan de “una violencia extrema” en su relato de los hechos, ocurridos en una cabaña de ski de la localidad suiza de Gstaad, cuando ella tenía 18 años recién cumplidos y el director, 42. La entonces modelo contó que Polanski la invitó a esquiar y luego le pidió que subiera a su habitación, donde la obligó a tomar una pastilla y la golpeó antes de violarla. El diario que publicó la denuncia recopiló algunas cartas y testimonios que corroboran la versión de Monnier antes de publicarla.
Al tratarse de un hecho que ocurrió hace casi 45 años, la Justicia europea no puede intervenir ya que este tipo de delitos prescriben pasados los 20 años. Por eso Monnier decidió publicar su testimonio en lugar de recurrir a la ley, ya que cree que si estos sucesos se dan a conocer públicamente, puede colaborar a terminar con la impunidad de la que gozan los agresores sexuales. Sus trabajos como fotógrafa también ilustran el sufrimiento y consecuencias en los cuerpos de los sobrevivientes de abuso sexual.
La violación es una bomba de tiempo. El recuerdo no se desvanece, sino que se convierte en un fantasma que te persigue, que te cambia poco a poco.
Polanski es mundialmente aclamado por películas como “Chinatown” de 1974 y “El Bebé de Rosemary” de 1968 y por sus aportes al séptimo arte. En 1969 sufrió la pérdida de su esposa Sharon Tate, embarazada de ocho meses, que fue asesinada en el escabroso caso del clan Manson. Casi diez años después, el director abandonó Estados Unidos tras declararse culpable por la violación de una nena de 13 años y cumplir una breve sentencia. Desde entonces se encuentra prófugo de la justicia norteamericana y no visita ningún país europeo que permita su extradición.
Sin embargo, Polanski sigue contando con la aprobación de la industria en virtud de su talento, sin consecuencias legales ni laborales por su delito. Esa impunidad la permitió incluso ganar un Oscar en 2002 por "El Pianista". Este año el director se presentó (y ganó) en el Festival de Venecia con su última película“El Oficial y el Espía”, a pesar del repudio internacional y de la misma presidenta del jurado, la directora argentina Lucrecia Martel.
Si idolatramos a quienes son culpables, estamos impidiendo que la gente se dé cuenta de la seriedad de las consecuencias que tienen sus actos.
La película tiene su estreno comercial programado en Francia para esta semana, con más de 500 salas en todo el país. Titulada “J’Accuse” en su idioma original, gira alrededor del caso Dreyfus, un oficial judío falsamente acusado de espionaje alemán a fines del siglo XIX. Su protagonista es el ganador del Oscar Jean Dujardin, quien canceló sus presentaciones públicas para promocionar la película.
Las declaraciones de Monnier pretenden echar luz sobre la figura del director, que ya acumula seis denuncias por violación. A pesar de los testimonios de las víctimas y de la condena pública, su nuevo film está completamente financiado por el gobierno de Francia, con un presupuesto de casi 21 millones de dólares. Y ya consiguió distribución internacional en varios países del mundo, mientras las voces de las mujeres abusadas por Polanski se siguen alzando para pedir justicia.