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Cine y series #Cine#Disney

"Cruella", delirio y estilo: Emma Stone en la piel de la villana que buscó ser auténtica

Disponible en las salas de cine habilitadas y con acceso premium en Disney Plus, la antagonista de "101 Dálmatas" llegó a las pantallas con su propia versión live action que no se lamenta y revindica su personaje.

"Cruella", delirio y estilo: Emma Stone en la piel de la villana que buscó ser auténtica
"Cruella": Emma Stone en la piel de la villana que buscó ser auténtica

Desde que le escondía la cabellera bicolor en lo profundo de un gorro, su madre le pedía que pasase desapercibida, o al menos que no deje a Cruella interponerse, pero las cosas no tardaron en salirse de control.

Esa es la premisa de la película dirigida por Craig Gillespie ("Yo, Tonya") que se propone contar desde otro lugar: si la antagonista de la historia se vuelve protagonista, ¿qué hechos la llevaron a ser el personaje que nació en la literatura y trascendió en la pantalla con Disney?

Decir que Emma Stone (ganadora del Oscar por "La la land") se puso en su piel no es un detalle al pasar, si consideramos que uno de los mayores móviles de la Cruella de Vil -que creó la escritora Dodie Smith (en la novela 101 dálmatas que inspira los films), dibujó Marc David ("La noche de las narices frías", 1961) y a la que Glenn Close (ahora productora de este live action) encarnó en las primeras adaptaciones realistas (1996)- es secuestrar cachorros de dálmatas para hacer un abrigo. Y desde esa línea, que una villana tuviera un objetivo tan siniestro como real -porque no quiere conquistar un reino o ser la más hermosa- la convirtió alguien en quien temer, por lo que en sus versiones Disney incorporó recursos de humor para, con escenas disparatadas, volver más simpáticas películas, que en definitiva están destinadas a las infancias. Entonces, ¿desde dónde se cuenta esta historia?

Cruella

"Cruella" desarrolla el génesis de la villana, si es que le cabe esa etiqueta. Y si de etiquetas hablamos, el film nos remonta a Londres durante los años '60 y '70; auge de la industria del diseño de indumentaria. Nuestra protagonista, es Estella, una aspirante a diseñadora que lidia con las desventuras de toda (y todo) joven con las ansias de crecer en una profesión con lo hostil que puede ser el sistema. Aunque con algunas particularidades: como su cabello -dividido en dos franjas que parecen señalar extremos, o hasta complementarios- dentro suyo habita un espíritu rebelde que no puede dominar, ese que se convertirá en su alter ego y la llevará a ser la Cruella que conocemos. Pero tiempo, no nos adelantemos.

El talento de Estella llama la atención de la Baronesa von Hellman (interpretada por Emma Thompson, dos veces ganadora del Oscar por "La mansión Howard" y "Sensatez y Sentimiento") pero una serie de acontecimientos alteran el armonioso curso de eventos y revelaciones llevan a que Estella abrace su lado perverso convirtiéndose en la disonante y vanguardista Cruella.

Emma Thomson es la Baronesa von Hellman

Hasta acá, el sueño americano, y la fórmula clásica Disney: protagonista va por su sueño, asumiendo duelos familiares, descubre que quien admira podría ser su oponente, y el momento en que todo parece echarse a perder pero que en realidad la encamina a un mejor final feliz. Bueno, con Cruella las cosas toman un curso diferente y la fórmula sufre un par de golpes en el medio. Porque sí, con bastantes clichés, la grandeza de esta nueva película (con guion de Dana Fox y Tony McNamara y la historia de Aline Brosh McKenna y Kelly Marcel y Steve Zissis) radica en no revictimizar sino reivindicar a la villana y de paso cuestionarnos qué nos vuelve "las malas", si es que lo somos.

"Tienes un lado un poco extraño"

Sí, es muy Disney eso de explorar qué tan incomprendidos e incomprendidas pueden ser sus personajes. Pero en "Cruella", ese cliché cobra un tinte interesante. Porque frente a la Baronesa -que vendría a encarnar el clásico rol antagonista-, los golpes de una industria meritócrata y explotadora (en este punto la película se nutre de la gran "El diablo viste a la moda", de David Frankel), el intentar perseverar con talento y sacrificio; y el reprimir esa autenticidad arrolladora -y algo perturbadora- ¿cuánta empatía se puede sentir con Cruella? Mucha; más ante personajes destinados a hacer el bien y convertirse en lo que la sociedad espera de ellas y ellos.

Emma Stone compone una gran interpretación de Cruella

Mensajes que la película desliza escena a escena, como esa en la que la protagonista conoce a Arti (John McCrea), un vendedor de indumentaria con alma de artista, y ambos conversan sobre el salir a la calle y no detenerse en los comentarios ajenos. Algo que hoy podría cobrar un plus interpretándolo a la luz del encontrar la propia identidad fuera del mercado de indumentarias binaria y de estereotipos.

"Dejénme recordarles que hago esto con tacones", dice Cruella en una de sus formidables escenas. Y de paso, el empoderamiento femenino que Disney toma para sumarse a la ola de movimientos sociales con uno de sus tanques audiovisuales.

Cruella

Las actuaciones de las Emma son de los mayores aciertos de la película, que no sería lo mismo sin esas miradas que denotan la inestabilidad emocional de la protagonista y la vuelven un personaje sustancial. Principalmente con Stone, quien desaparece de escena como actriz al personificar una notable, caótica y rebelde versión de Cruella, que a la vez homenajea a sus antecesoras como Glenn Close Betty Lou Gerson (aunque también la interpretaron actrices como Victoria Smurfit en "Once upon a time" y Wendy Raquel Robinson en "Descendientes").

Actuaciones que acompaña un elenco integrado por Paul Walter Hauser ("El caso de Richard Jewell") y Joel Fry ("Game of Thrones") como los secuases Horace y Jasper, a Mark Strong ("Kingsman: el servicio secreto"), Emily Beecham ("Into the Badlands"); y Kirby Howell-Baptiste ("Killing Eve") y Kayvan Novak ("Facejacker") como Anita y Roger, personajes infaltables en la trama pero ya no como los principales.

Cruella

Y si de personajes hablamos, un detalle: el enfrentamiento entre la Baronesa y Cruella, hay que analizarlo a la luz de los mismos movimientos que trajeron la idea de empoderamiento. Porque ¿hasta qué punto está bueno que su rivalidad consista en ese tira y afloje por no dejarse eclipsar? Seguro nada de sororo. Aunque, hacia el final la película dé un giro (no tan sorpresivo) que permita reflexionar.

De "Maléfica" a "Cruella" y depende quién narre su historia

Tener una protagonista antagónica ya es un punto a favor. Y estamos un poco en la era de cuestionar qué tan buenos son los buenos y viceversa con las y los malos. Basta revisar el camino que vienen transitando personajes como el Joker de Batman, Harley Quinn, Loki (con su inminente serie) y hasta Shrek (porque el ogro cumple ese rol en los cuentos tradicionales). ¿Qué tienen en común? que además de ser las figuras que en sus historias originales vuelven más bueno al bueno -le dan su sentido heroico- a la vez no lamentan su condición (tampoco la justifican) sino que a partir de su carácter construyen su identidad, lo que nos da otra mirada de la historia, ¿qué tan bueno es Batman desde la perspectiva del payaso?

Como con "Maléfica" -colega, podríamos decir- la historia se vuelve más atractiva contada desde sus vivencias. Y en ambas se recurre a otra y otro "malo" para no ser únicamente las villanas. Aunque con "Cruella" el lamento es distinto que el que se siente con la hechicera, asumiendo su "no encajar" para enterrar a quien le dijeron que debía ser.

Cruella, Horace y Jasper

"If she doesn't scare you, No evil thing will"

Y si de Disney se trata, los clásicos también se nutren de las melodías que los volvieron inmemorables. Así, con guiños y sutilezas, "Cruella" referencia a sus anteriores versiones: como el detalle de la patente "DEVIL"; Horace y Jasper, los ladrones que la acompañan, tienen incluso un rol más interesante que ser sólo sus seguidores; verla manejando a toda velocidad (característica muy Cruella); y hasta una escena en la que Horace pregunta si los perros se parecen a las personas que los adoptan, clarísima referencia a "La noche de las narices frías" que plasma esta cuestión como una metáfora simpática que a su vez plantean quién acompaña a quién.  

Por supuesto, los dálmatas están presentes. Aunque ya no como el foco principal, probablemente mires toda la película con la intención de comprobar si hace o no el tapado de piel con ellos.

Y de paso, no viene mal avisar: hay escena post créditos y si sos como yo del grupo de las nostalgias y las referencias, mirala porque merece la espera.

Cruella al volante

Producida por Andrew Gunn ("Un viernes de locos"), Marc Platt ("El regreso de Mary Poppins") y Kristin Burr ("Christopher Robin: un reencuentro inolvidable"), destaca el trabajo de Jenny Beavan, diseñadora de vestuario ganadora del Oscar por "Más Max: Fury Road": con sus impactantes diseños que homenajean la época de la revolución del punk rock, y sus prendas se vuelven casi un personaje más.

"Cruella" en uno de sus vestidos icónicos

Aunque es una pena (y da fiaca) que Disney no se anime a innovar de verdad, lanzando un estreno que verdaderamente se desprenda de lo predecible y que ya vimos, "Cruella" es de los mejores live action. No sólo es porque su trama es más realista o verosímil que otras, sino porque rescata la esencia de sus clásicos anteriores y los revaloriza con buenas actuaciones, una película muy entretenida, con tremendos diseños, y una vuelta de tuerca oscura y simpática que llega a varias generaciones y a las nuevas les regala una protagonista talentosa y algo loca para decidir quiénes elegimos ser.

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