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Ciencia #Neurociencia

Una almohada cómoda ayudaría al desarrollo cerebral adolescente

Un reciente estudio descubrió que los jóvenes que se mostraban más satisfechos con su almohada desarrollaron mejores conexiones cerebrales.

Una almohada cómoda ayudaría al desarrollo cerebral adolescente

Una buena noche de sueño es particularmente importante durante la adolescencia, ya que representa una época de cambios cerebrales que afectan los sistemas de aprendizaje, el autocontrol y el aspecto emocional de un individuo.

Durante los últimos años especialistas han buscado diferentes soluciones para el problema de la falta de sueño en adolescentes, que es afecta a la mitad de la población de los Estados Unidos. La limitación del uso de pantallas o la posibilidad de retrasar el inicio de clases han sido algunas de las propuestas, pero un grupo de investigadores de la Universidad de California encontró una conexión entre el desarrollo de las conexiones cerebrales y la calidad de la almohada y la cama de los sujetos.

El estudio registró la evolución de 55 estudiantes de secundaria de Los Ángeles de entre 14 y 18 años de diferentes niveles socioeconómicos, a través de monitores en forma de reloj pulsera. Estos dispositivos establecen la calidad de sueño en base a la cantidad de interrupciones en el ritmo (llamados “despertares”) que les impiden volver a un sueño profundo.

“Es mucho más fácil convencer a los padres y a los jóvenes de que inviertan en buenas almohadas que discutir sobre el uso y el abuso del teléfono”

Tras dos semanas de monitoreo los adolescentes mostraron un promedio de cinco despertares por noches que variaban su duración entre un minuto y una hora, y entonces se les realizó un análisis que buscaba medir las conexiones entre las vías del cerebro. 

Los resultados confirmaron que los sujetos con sueño regular y de mejor calidad tenían las mejores conexiones, pero lo que sorprendió a los investigadores fue la razón por la cual algunos jóvenes dormían mejor que otros. Después de interrogarlos descubrieron que los que mostraban una mejor calidad de sueño eran los que más satisfechos estaban con su almohada principalmente, y en segundo lugar con su cama.

La investigación muestra que aunque uno de las principales recomendaciones de los especialistas es el reducir el uso de pantallas en la cama o antes de dormir, algunos aspectos básicos de los hábitos de sueño quedan relegados en el proceso.

Como explica Adriana Galván, una de las encargadas del proyecto, “es mucho más fácil convencer a los padres y a los jóvenes de que inviertan en buenas almohadas que discutir sobre el uso y el abuso del teléfono”.

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