Renace el Land Rover Defender: la reinvención de un clásico
El todoterreno conserva los rasgo más tradicionales con agregados de modernización.
No son muchos los fabricantes que consiguen reinventar a sus vehículos leyendas. Land Rover lo ha hecho con la nueva generación del Defender que se exhibe en el Salón de Frankfurt.
Hace ocho años que la marca venía pensando en reemplazar al eterno Defender, que inició su producción en 1947, y hace cuatro que el último salió de fábrica. Casi siete décadas y cuatro generaciones de historia.
No es fácil reinventarse y Land Rover trabajo para lograrlo, manteniendo la esencia off-road y agregándole toques premium para acaparar nuevos clientes a nivel global.
Hay detalles que no se modifican como las líneas verticales en los laterales, el capó y el techo planos, la rueda de auxilio y las ventanillas del portón trasero.
En esta nueva generación, el chasis del Defender es monocasco de aluminio en reemplazo de la construcción de largueros y travesaños, propio de los todoterrenos más clásicos.
Desde Land Rover aseguran que puede transitar en caminos de agua de hasta 90 centímetros de profundidad, demostrando que sigue apto para los tramos adversos.
Su mecánica se compone motores nafteros con cuatro y seis cilindros que entregan 300 y 400 CV, respectivamente. También hay motorización turbodiésel de 2.0 litros con 200 y 240 CV.
El naftero más potente está electrificado con una red de 48 Voltios y un motor-generador. Para más adelante se espera una versión híbrida enchufable.
Todas las versiones cuentan con tracción total y una caja automática de ocho relaciones con convertidor de par.
Se comercializarán los Defender 90 y 100, dígitos que hacen referencia a la distancia entre ejes en pulgadas. El 90 tiene una carrocería de 3 puertas y dispone de una capacidad de cinco o seis plazas, con un asiento plegable para personas de baja estatura entre los asientos delanteros.
Mientras que la variante 110 es más larga con hasta 4,76 metros de longitud, tiene 5 puertas y ofrece una habitabilidad de cinco, seis o siete plazas.
El habitáculo presenta superficies limpias con diferentes terminaciones y colores de tapizados. La instrumentación se refleja en una pantalla de 12,3 pulgadas y en el sistema multimedia es de 10”.
Los clásicos están destinados a ser clásicos toda la vida. Land Rover con el Defender, una leyenda que conserva su ADN más puro.