Las Reservas Internacionales pasaron un período de alto estrés, sólo desde las PASO del 11 de agosto y las generales del pasado 27 de octubre se perdieron unos u$s 22.800 millones entre pagos de vencimientos de deuda, salida de depósitos bancarios en moneda extranjera y uso de divisa para intervenir en el mercado cambiario con el fin de contener el nivel del dólar.
De esta forma, quedó en evidencia la incapacidad del “cepo light” de frenar la salida de divisas con la aceleración de la fuga de reservas a medida que se acercaba el domingo electoral. Sólo aquel viernes se perdieron 1.755 millones de dólares. Fue en este contexto poco agradable que se presentó el endurecimiento de los controles de cambio, post elecciones, con el tope en 200 dólares para la compra de billetes verdes.
La implementación del nuevo “cepo hard” tuvo rápidas repercusiones positivas para la salud del Banco Central: entre el lunes y martes siguientes al anuncio de la medida, la entidad pudo apropiarse de u$s 160 millones. Es decir, en lugar de continuar perdiendo reservas pudo incluso hacerse de las mismas.
Sin embargo, pese a que la salida de divisas se atenúa efusivamente por la poca intervención en el mercado cambiario, existen otros problemas que podrían amenazar con reducir aún más los niveles ya deteriorados de las Reservas Internacionales. Nos referimos a los pagos en vencimientos e intereses de deuda externa y salida de depósitos en dólares de los bancos comerciales.
Salida de depósitos
¿De qué manera la fuga de plazos fijos o cajas de ahorro en billete verde pueden afectar las reservas del BCRA? Es que, al igual que con los encajes bancarios en pesos, el Banco Central inmoviliza un porcentaje de los depósitos en dólares (50%) para ser utilizados frente a un pedido de retiro de los ahorristas.
Desde las PASO hasta la fecha, estos depósitos en divisa estadounidense cayeron en más de u$s 12.700 y se encuentran en niveles inferiores a los 20.000 millones de dólares. Lo que ocurra en los próximos días en torno a una estabilización o profundización en la fuga dependerá del nivel de confianza de los depositantes en la capacidad del gobierno actual y el que asumirá el 10 de diciembre para pilotear la complicada situación económica.
Vencimientos e intereses
Por otro lado, existe el riesgo de pérdida de reservas alrededor de los pagos en vencimientos e intereses de deuda en el corto plazo. Concretamente, los pagos en dólares que deberán hacerse hasta fin de año se resumen en: 2.026 millones en octubre, 1.270 en noviembre y 937 millones en diciembre.
Al día de hoy, lo más probable es que estos desembolsos deban efectivizarse, sobre la base de que las negociaciones alrededor de una eventual reestructuración de la deuda externa argentina no indican que pueda existir un acuerdo en el período inmediato.
Como vemos, pese al endurecimiento en los controles de cambio, los riesgos de drenaje en las reservas internacionales persisten. Incluso, no existen noticias sobre los desembolsos faltantes del FMI que podrían servir para fortalecer las arcas del BCRA pero que, pese a contar con la certeza de quien se hará cargo de la administración de nuestro país a partir del 10 de diciembre, no ha comunicado novedades al respecto.