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Sin novedades pero con innovaciones, un nuevo parte de la Armada fue comunicado a la prensa por el portavoz de la entidad, Enrique Balbi. 

"No hay novedades al respecto de las posiciones que surjan como el submarino ARA San Juan", declaró de entrada. "Sigue habiendo muchas rocas y alteraciones en el fondo", agregó, para luego pasar a actualizar sobre los navíos que se encuentran en el área de operaciones: Corveta Rosales, Aviso Puerto Argentino, Angelescu, Shantar, Atlantis, Protector y el logístico Patagonia.

En tanto, hay dos retiros: el Cabo de Hornos, perteneciente a la Armada de Chile, que "barrió más del 200%" de su área y "se encuentra en demandas de sus aguas"; y el Austral de la Armada Argentina, que emprendió viaje hasta la Base Naval Mar del Plata y seguirá el camino que hubiese hecho el ARA San Juan.

En cuanto a los contactos hallados, según Balbi, el Atlantis trabajará esta tarde con uno "previamente detectado por el sonar de barrido lateral del Scandy Patagonia" y "corroborado como contacto a través de la sonda multi as del Cabo de Hornos". Lo inspeccionará con su ROB Curt-21.

¿Por qué es tan díficil encontrar al ARA San Juan?

Para graficar la situación que se vive en las aguas donde desapareció el submarino aquel 15 de noviembre, el Licenciado en Oceanografía, Ariel Troisi, se unió a Balbi en esta nueva conferencia de prensa y disertó sobre el terreno marítimo.

Pendientes, profundidades variantes y demás irregularidades fueron explicadas y acompañadas por gráficos por el miembro del Servicio de Hidrografía de la Armada, perteneciente al Ministerio de Defensa. Sin embargo, lo más interesante fue la precisión sobre el enigma más grande del océano: el talud.

"Hay una zona de cañones submarinos que son como cañadones con numerosos tributarios", definió el también coordinador técnico del estudio de la Comisión Nacional del Nuevo Límite de la Plataforma Continental. "En la zona de Almirante Brown hay 7 cañones con sus tributarios. Allí, hay un orden de 700 metros de profundidad hacia adelante, que puede aumentar desde una decena de metros hasta 200 metros", detalló.

"El ancho es variable, desde 200 metros hasta un 1 kilómetro. Esto, además de ser muy irregular, incluso entre los cañones hay muchas marcas del proceso de formación de esta estructura geológica, hacen que el rendimiento de los sensores, como el multi as, empiece a tener rebotes, falsos ecos, o incluso de acuerdo con la dirección que estamos tomando para hacer el relevamiento, que algunos elementos se vean y otros no", precisó.