Los inspectores de la Municipalidad de Córdoba le incautaron la mercadería a un vendedor ambulante, llamado Agustín Cuello, quien vendía panes caseros en la Plaza Jerónimo del Barco.
Sin embargo, tiempo después, un vecino capturó con la cámara del celular el momento en el que las autoridades comían los productos que habían secuestrado.
Frente a esta situación, el municipio de la provincia decidió tomar una medida al respecto: "Los mismos fueron inmediatamente apartados, sancionados y se investiga previendo su cesantía", expresó la institución en su cuenta de Twitter.
Tras el hecho, el hombre brindó declaraciones para TV Córdoba: "Cuando ellos se fueron seguí vendiendo los panes que me habían dejado", señaló.
"Hay más o menos 47 personas que viven de esto. Yo vengo 7:30, 8:00 y me quedo hasta las 9:30, 10:00 de la noche", reveló.
"Me tomaron el pelo. Y decían que estaba rico el pan", expresó con mucha angustia en diálogo con el medio.
No es la primera vez que ocurre una situación similar: días atrás, se viralizó en redes sociales la historia de un chico que vendía sanguches de salame y queso en Once, y a quien también le incautaron la mercadería.