Desde el 4 de octubre que el dólar avanza lentamente en su cotización, de a centavos pero firme ya se ubica arriba de los $62 en el mercado minorista, aunque en el Banco Nación se vendió este martes a $60,75 con la cotización más moderada (aumentando 25 centavos en relación al cierre de ayer).
Ahora bien, esta tranquilidad en la subida no se da por casualidad sino que el Banco Central viene interviniendo en el mercado cambiario con un promedio de 100 millones de dólares diarios, aunque en esta última semana antes de las elecciones las intervenciones superan los 150 millones de dólares por día.
La contracara es la pérdida de reservas, que se encuentran superando levemente los 46 mil millones de dólares, desde las PASO se perdieron casi u$s20.000 millones. En este sentido, la tensión es evidente: se controla el aumento del dólar a costa de las reservas o se cuidan las reservas a costa de que el tipo de cambio aumente. Sin embargo, y con los niveles de inflación con los que se esta manejando la economía (5,9% en septiembre) la segunda opción no es viable, o podría ser la gota que rebalse el vaso.
En el intento de controlar la cotización verde en tiempos de crisis económica, la aplicación de los controles de cambio no parece alcanzar y los rumores sobre un refuerzo en el esquema actual abundan. Lo sabremos después de las elecciones.
Ante las presiones cambiarias aumenta la brecha entre el precio oficial y el de las cotizaciones paralelas. En el caso del dólar contado con liqui (CCL), creció un 4% la diferencia y se ubica arriba de los $78, son más de 18 pesos de diferencia con el tipo de cambio publicado en el Banco Nación. También creció la cotización blue o informal, el que sale de las cuevas y arbolitos, que ronda los $66,50 (50 centavos arriba con respecto al cierre del lunes).