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Detectan otra nueva variante del coronavirus en Gran Bretaña

Investigadores advierten que la variante B. 1.525 presenta mutaciones potencialmente preocupantes. 

Detectan otra nueva variante del coronavirus en Gran Bretaña

Investigadores identificaron una nueva variante de coronavirus en el Reino Unido con un conjunto de mutaciones potencialmente preocupantes. La variante B. 1.525, similar a la cepa sudafricana, ya se detectó en el Reino Unido -33 casos- y en otros 10 países, entre ellos, España, Dinamarca, Estados Unidos, Australia y Nigeria.

Los expertos británicos la están estudiando cuidadosamente para comprender el riesgo que representa, y aunque aún es demasiado pronto para decir si debería agregarse a la lista del Reino Unido de “variantes preocupantes” y si deberían realizarse pruebas masivas, hay características que preocupan a los investigadores, ya que, temen, podrían ayudar al virus a evadir los anticuerpos que lo neutralizan.

Una de ellas es la presencia de la mutación E484K, también presente en las variantes de Brasil y Sudáfrica. Además, detectaron otras alteraciones que lo hacen similar a la variante “Kent” del Reino Unido, que, según los expertos, es más contagiosa que la versión original del coronavirus que inició la pandemia.

El virus está cambiando

La aparición de nuevas variantes preocupa a los investigadores, porque esto podría hacer que el virus se propague más fácilmente y escape de las vacunas que ya se están aplicando en casi todo los países del mundo. Si bien creen que las vacunas deberían neutralizar a las nuevas variantes, temen que lo hagan con menos eficacia.

El profesor Ravi Gupta, de la Universidad de Cambridge, sostiene que mutaciones como la E484K representan una amenaza para las vacunas.

Los científicos ya están trabajando en nuevas vacunas que se adapten mejor a las nuevas variantes.

La semana pasada, AstraZeneca anunció que planea acelerar la producción de una vacuna contra el coronavirus que sea efectiva “contra nuevas variantes" y afirmó que espera tenerlas listas para el otoño europeo.

Los directivos de la compañía que produjo una vacuna contra el Covid-19 en conjunto con la Universidad de Oxford dijeron que ahora se centrarán en adaptar su vacuna a nuevas cepas y esperan reducir el tiempo necesario para alcanzar la producción a escala entre seis y nueve meses, utilizando datos clínicos existentes y optimizando su cadena de suministro establecida.