Los bancos y el gremio bancario serán el primer sector de la economía en volver a discutir los salarios de 2017 cuando en las próximas semanas se dispare la cláusula gatillo acordada por inflación.
Los representantes de las asociaciones bancarias ADEBA, ABA y ABAPPRA tendrán que volver a sentarse en la mesa de negociación del ministerio de Trabajo con Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria.
En los primeros diez meses del año la inflación sumó 19,4%, apenas una décima de diferencia respecto de la paritaria del sindicato que conduce Sergio Palazzo, que pactó para todo 2017 con las cámaras que agrupan a los bancos un ajuste de 19,5 por ciento.
El acuerdo total, en rigor, había sido de 24,3% al incluir un 4% extra -acumulativo- en compensación por la pérdida de poder adquisitivo de los empleados del sector en el incremento de 2016, publicó Ámbito Financiero.
Sin embargo el texto del acta firmada por ambas partes consignó que aquel suplemento no estaría incluido en la base de cálculo para la cláusula gatillo.
Ese mecanismo, cuya inclusión alentó la administración de Mauricio Macri para destrabar negociaciones salariales que en ese momento amagaban con subir la vara por encima del 20%, estipuló en el caso bancario que frente a un aumento de la inflación por encima del 19,5% de inmediato se haría un ajuste en igual medida en los sueldos estipulados por convenio colectivo.
La clave para los trabajadores está en que cualquier adicional dispuesto por la cláusula gatillo deberá impactar de manera retroactiva una vez finalizada, el 31 de diciembre, la vigencia del acuerdo salarial.
De este modo, toda suba inflacionaria de noviembre y diciembre (menos la décima de diferencia) se sumará para el pago de los salarios de ambos meses. Y, además, al término de la vigencia del convenio se deberá aplicar la retroactividad de esos ajustes como si hubiesen tenido impacto desde el 1 de enero.
En La Bancaria dan por sentado que ese efecto de arrastre consagrará, más allá del sostén del poder adquisitivo por la cláusula gatillo, una suerte de bono o pago extraordinario a ser pagado a principios de 2018 por la retroactividad que podrá llegar a un valor estimado de 15 mil pesos.