En un debate que divide visiblemente a la sociedad, las redes sociales juegan un papel fundamental: a 48 horas de que la despenalización del aborto se vote en el Senado, el hashtag #YoAborté copó Twitter con crudas historias de vida relacionadas a procedimientos clandestinos.
"Tenía 17 años, quería viajar y empezar la facultad. De novia desde los 14 y después muchos años más, pero nunca lo dudé, no quería ser madre. Casa antigua estilo inglés de zona norte. Fui con mi mamá. Lo horrible fue la clandestinidad no la decisión", relató Gabriela, una de las tantas mujeres que experimentó la interrupción de su embarazo de forma ilegal, oculta, encubierta.
Así como miles de protagonistas de estas terribles historias se animaron a contar, algunas por primera vez, sus experiencias con esta práctica que buscan despenalizar el próximo miércoles 8, también lo hicieron mujeres de alto perfil público.
La diputada del Frente para la Victoria Gabriela Cerruti, la fundadora de Pan y Rosas Andrea D'Atri y la referente feminista Florencia Freijo son tan sólo algunas de las personalidades sociales y políticas que padecieron un aborto clandestino y abogan porque sea legal.
Los relatos que finalizan con un crudo "Lo cuento yo porque mi vecina/amiga/prima/hermana no puede" se replican una y otra vez en la red social que hoy y hasta el miércoles se pinta de verde.