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Ese “trámite” que no tenés que “sacarte de encima”

El apto físico que piden en las escuelas al momento del comienzo escolar es considerado por muchos padres como una carga de poca utilidad.

Ese “trámite” que no tenés que “sacarte de encima”
En la consulta al médico, éste pesará al niño, lo medirá y calculará su índice de masa corporal (IMC).

Lejos de ser un “trámite” que hay que cumplimentar sólo porque es obligatorio, es importante que los padres consideren el apto físico como una oportunidad de conocer el estado de salud de sus hijos.

Se trata de una responsabilidad compartida entre el médico, la escuela, los padres y el docente, por eso no hay que incurrir en el error de llevarlo a un médico amigo y pedirle el favor de que te haga el certificado.

"De este modo, no sólo exponés al médico a hacer algo ilegal sino que también estás haciendo algo contraproducente para la salud de tus hijos”, enfatiza el doctor Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

El experto recuerda que al momento del inicio escolar los niños deben tener el Calendario de Vacunas al día: “En primer grado deben tener al día la triple viral (protege contra el sarampión, paperas y rubéola), la triple bacteriana (protege contra la tos convulsa, tétanos y difteria) y la sabin (contra la poliomielitis)”, detalla.

“A los 11 años deben contar con dos dosis -tanto varones como niñas- de la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH). También se debe aplicar la antimeningocócica y constatar que tenga completo el esquema de vacunación contra la hepatitis B”, añade.

Respecto de la importancia de las vacunas, Tartaglione enfatiza que no hay discusión respecto de su eficacia y que salvan vidas.

Han desterrado enfermedades como la viruela y la poliomielitis.

QUE ESPERAR

En la consulta al médico, éste pesará al niño, lo medirá y calculará su índice de masa corporal (IMC). Se lo auscultará para detectar cualquier anomalía cardíaca (soplos) y se realizará un interrogatorio para saber si tiene algún problema osteomuscular, si ha tenido alguna caída o fractura.

Se preguntará también si existen antecedentes familiares de enfermedad.

En la niñez no es vital hacer el electrocardiograma pero sí en la secundaria porque el corazón cambia de forma y el electrocardiograma permite saber cómo está en ese momento el corazón.

En ocasiones, el médico puede pedir además una ergometría (electrocardiograma de esfuerzo) o hacerle un ecocardiograma.

“La visita al oftalmólogo es necesaria porque la visión es un sentido fundamental para poder aprender correctamente. Entre los 15 y 17 años se modifica la agudeza visual”, explica, al tiempo que subraya que “muchas veces los niños pueden padecer alguna discapacidad auditiva y pasar inadvertida. Esto también puede afectar el desempeño académico de tu hijo. De ahí la importancia de la visita al otorrinolaringólogo”.

Para concluir, recomienda a los padres que procuren que sus hijos duerman una cantidad adecuada de horas y que se acuesten más temprano que durante las vacaciones. 

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