Mia Folino lanzó en “Qué onda?”, el primer corte de su álbum, que verá la luz a principios de 2025. Hija de la icónica Hilda Lizarazu, Mia heredó la pasión por el arte. Con una vida marcada por los escenarios desde su infancia, el lenguaje de la música se convirtió en su forma más natural de expresión, incluso más que las palabras.
A los 15 años, ya brillaba en grandes shows, consolidando su lugar en el universo musical. En 2016, fue convocada para compartir escenario con Fabiana Cantilo, dando inicio a una carrera que la llevó a presentarse con artistas clave de la escena argentina, como
Emmanuel Horvilleur, Dante Spinetta, Khea, Lito Vitale, Lara 91k, Feli Colina, Juan Ingaramo y Julieta Rada, entre otros.
Además, ha sido corista de las bandas estables de Cazzu, Emilia Mernes, Emme y Emmanuel Horvilleur. En este momento participa de la gira Hilda Canta Charly, proyecto de Hilda Lizarazu con la dirección artística de Lito Vitale.
Con tan solo 23 años y ocho de trayectoria, su admirable recorrido por diversos contextos musicales y sonoros dio forma a "Fuga", un disco que refleja la evolución de su carrera y sus inquietudes artísticas.
“Qué onda?”, primer track de Fuga, ubica la voz de Mia en primer plano. Es una canción que atrae por su minimalismo y lo pegadizo de su estribillo. El arreglo de cuerdas, el trabajo de los coros y el tono en el que la artista se coloca demuestra que estamos frente a una persona nacida con la música.
Con registros del R & B y el pop alternativo, “Qué onda?” habla sobre desencuentros románticos y de los errores que podemos cometer por culpa del egoísmo. La pregunta del título lleva a la cantante a indagar sobre esas dolorosas consecuencias y la incertidumbre que se siente luego del conflicto. La dulzura de su voz consigue mantener el interrogante a la vez que nos dejamos atrapar por su melodía adictiva.
"Fuga" podrá escucharse a principios de 2025. El disco cuenta con nueve canciones compuestas y producidas por Mia junto a otros productores de renombre como Percii, Nahuel Barbero, Ramiro Molina, Sol Porro y Chala.
Además, incluye participaciones de importantes músicos y sesionistas de la escena argentina. Lejos de verlo como una contradicción, la artista denomina este comienzo como “melodrama-pop”, un proceso ecléctico y de escape donde expone algunos de los elementos que la conforman como música.
Sobre este concepto, explica: “Asocio el pop con algo muy alegre y festivo, y aunque a veces es así, no es exactamente el caso de todo el álbum, pero dado que es el estilo musical que más consumí en mi vida, es imposible no verme atravesada por el género. Buscando una respuesta que me conformara decidí recategorizarlo como melodrama-pop”.