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Emiliano Martínez habló tras ganar el premio como mejor arquero del mundo: "No llegué a mi pico todavía"

El arquero de la Selección Argentina también se animó a manifestarse sobre la realidad que atraviesa el país con la presidencia de Javier Milei.

Emiliano Martínez habló tras ganar el premio como mejor arquero del mundo: "No llegué a mi pico todavía"
REUTERS/Sarah Meyssonnier

Después de haber ganado el premio Lev Yashin por segunda vez consecutiva, el arquero argentino, Emiliano "Dibu" Martínez, se mostró contento por lo obtenido, elogió a sus compañeros de la Selección Argentina y al cuerpo técnico y hasta se animó a opinar sobre la realidad del país.

En una entrevista que mantuvo con DSports, el futbolista dejó en claro que "es una locura haber recibido el premio por segundo año seguido. Nunca imaginé recibirlo una vez, imaginate dos. Todavía no caigo", y le bajó el precio a los abucheos que recibió durante la gala del Balón de Oro: "Es normal, lo mismo que si algún francés ganara algún trofeo importante en Argentina. Lo entiendo. Es todo por el fútbol, es profesional, uno lo acepta".

Su opinión sobre la realidad del país

Luego, fue consultado por la actualidad que vive Argentina por la presidencia de Javier Milei: "Es difícil crecer en el país, pero Argentina es Argentina, siempre la vas a amar siendo argentino. Voy poco, pero siempre disfruto". "Por años estuvo muy mal, pero ahora se van cambiando cosas que se puedan mejorar. Esperanzas siempre tenés, espero que haya un cambio, pero esperanzas siempre hay", agregó.

El vínculo con Messi, Scaloni y el cuerpo técnico y el resto de sus compañeros

Por otro lado, elogió a Lionel Messi al afirmar que "lo vi contra Bolivia y pensaba cuánto me gustaría jugar 1/4 a su edad", destacó a Nicolás Otamendi porque "está en un nivel impresionante" y remarcó que "ver a esos chicos demostrar a los más jóvenes va a ayudar muchísimo a mi generación y la que viene detrás".

Luego, continuó declarando sobre Lionel Scaloni y su cuerpo técnico: "Es una persona fiel que realmente se pone muy triste si tiene que dejar a alguien afuera. No es de esos entrenadores con sangre fría. Te habla de la vida o el fútbol, igual que Pablo (Aimar), Walter (Samuel), el Ratón (Ayala). Son gente que ama la profesión y sienten al futbolista porque lo fueron hace poco. El jugador le quiere dar la vida porque es gente buena, enferma del trabajo. Le pagás con el esfuerzo en la cancha, es lo único que te piden".

De hecho, sobre el vínculo con sus compañeros en el plantel de campeones del mundo, señaló que "en la Selección es como si fuéramos a la escuela, cuando te vas de egresados. Ahora en 10 días estoy en la Selección y sonrío porque voy con mis compañeros, así me siento cada vez que voy. Me gusta, me encanta y por eso nos va como nos va".

Su preparación para los partidos

En cuanto a su preparación para cada uno de los enfrentamientos que le toca enfrentar en el seleccionado y en el Aston Villa, explicó que "antes de los partidos hago dos veces pilates. Trabajo en el gimnasio, en la entrada en calor hay una máquina con la que estirás la pierna para agilizar el aductor y la uso. Me dicen si esa es la atajada del Mundial, pero no, ja. Es la de todos los fines de semana. Hay muchas cosas que trabajo en pilates, la espalda también, para sacar más rápido".

Y, finalmente, cerró con una contundente frase: "No llegué a mi pico todavía, me siento muy bien. Hay que prepararse con el trabajo y le sigo agregando cosas a mi rutina. Trabajo con gente para seguir ayudándome, invierto en mí y eso hoy en día me está ayudando a lograr cosas a las que nadie llegó".

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