El expresidente Alberto Fernández solicitó al juez federal Julián Ercolini la devolución de los teléfonos y otros aparatos electrónicos que fueron secuestrados durante un allanamiento realizado el viernes 9 de agosto.

El operativo se enmarcó en la causa que investiga una denuncia de Fabiola Yañez por lesiones leves y graves, doblemente agravadas. Fernández argumenta que no hubo hostigamiento hacia su expareja y que, por lo tanto, no era necesario el operativo.

En un escrito presentado por la representante legal de Fabiola Yañez, se señaló que el último contacto telefónico entre ambos ocurrió el martes 6 de agosto a las 17:09 hora argentina. Dos horas después, Fernández recibió la notificación de la orden del juez Ercolini que le prohibía cualquier contacto con la denunciante.

El viernes 9, el allanamiento resultó en el secuestro de 22 pendrives, dos teléfonos, un iPad y dos memorias desde el domicilio del exmandatario. Fernández sostiene que, dado que no hubo mensajes posteriores a la orden del juez, la Justicia debería devolver los aparatos.

Además, Fernández presentó una demanda formal para prohibir la difusión de sus fotos y videos en medios de comunicación y solicitar la eliminación de las imágenes ya publicadas. En su argumentación, invoca el derecho a la privacidad y la integridad de los derechos de sus hijos, afirmando que la difusión de estas imágenes afecta su honor y la estabilidad familiar. La demanda está dirigida a medios tradicionales y empresas digitales como Google, Facebook, X y Yahoo.

También reclama contra la difusión de imágenes falsas, que podrían haber sido alteradas mediante inteligencia artificial o edición y acusa a los periodistas Laura Di Marco, Luis Majul y Jorge Rial, entre otros, de haber publicado declaraciones en la red social X sobre la existencia de videos comprometedores. Finalmente, dejó en claro que afirmaciones buscan generar daño a su persona, a sus hijos y a su reputación familiar.