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Puerto Madero: reclaman por falta de controles y basura acumulada

Los vecinos de Puerto Madero llevaron a las redes sociales sus quejas por la falta de mantenimiento y acumulación de basura en el barrio. Quejas por el estado de parques y espacios comunes.

Puerto Madero: reclaman por falta de controles y basura acumulada
Basura dispersa alrededor de los contenedores: los vecinos de Puerto Madero apuntan al descuido y la falta de control municipal.

A pesar de ser uno de los rincones más exclusivos y cotizados de la ciudad de Buenos Aires, Puerto Madero no escapa a los problemas que tienen muchas zonas del distrito porteño, especialmente en lo referido a limpieza de sus calles y ausencia de personal de control.

Por eso, la Junta Vecinal de Puerto Madero volvió a reclamar a través de sus redes sociales que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires haga cumplir las normas de higiene a los comercios gastronómicos, y también que mejoren los servicios de recolección. Uno de los puntos en los que más hincapié hacen los vecinos es que los tachos destinados a que los transeúntes arrojen sus desperdicios siempre aparecen desbordados o rotos y con basura a su alrededor, que en muchas ocasiones propician la aparición de roedores e insectos.

En uno de los posteos de la cuenta de Instagram @juntavecinalpuertomadero se muestra un gran contenedor negro, con bolsas de basura a su alrededor, además de otros elementos sueltos. “Este contenedor está sobre Juan Manso, esquina Marta Salotti. Lo usan todos los bares sobre el malecón del dique 2 para tirar la basura. Los gastronómicos no están cumpliendo con la reglamentación, nadie los controla”, indica el texto que acompaña la foto.

A la reglamentación a la que se refiere es una resolución del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, de octubre del 2022, pero que empezó a regir en enero del 2023, que establece que la Ciudad dejará de recolectar la basura de bares y restaurantes ubicados en 16 polígonos gastronómicos, y sus dueños deberán pagar por ese servicio a empresas privadas. Además de Puerto Madero, la medida abarca a San Telmo, Monserrat, San Nicolás, Retiro, Recoleta, Palermo, Belgrano, Villa Urquiza, Villa Devoto, Abasto, Almagro, Caballito, Flores, Villa Crespo y Chacarita, entre otros barrios. 

La resolución se fue implementando en forma paulatina, a los efectos que los comerciantes pudieran adecuarse a las nuevas normas y los dueños de locales pequeños no sintieran un impacto fuerte en sus presupuestos. Al fundamentar la medida, desde el Ministerio se argumentó que "debido al crecimiento de estos polígonos gastronómicos, si todos tiran en el contenedor negro, se desborda y excede el servicio público de recolección, que está pensado para los domiciliarios”.

Sin embargo, en Puerto Madero la Junta Vecinal se ha quejado en reiteradas oportunidades de que esa normativa no se cumple y muchos comercios continúan arrojando en forma furtiva las grandes bolsas de basura en los contenedores.

A su vez se quejan también porque en muchos casos el personal de limpieza contratado por la empresa que tiene a su cargo la zona, en lugar de juntar la basura o la gran cantidad de hojas caídas luego de un fuerte viento, la terminan arrojando al agua de los diques.

Para los vecinos estas situaciones provocan que los miles de turistas que recorren diariamente la zona no se lleven la mejor impresión, ya que constantemente observan situaciones de descuido y falta de higiene.

Uno de los sectores más cuestionados es el Parque Mujeres Argentinas, cuya limpieza está a cargo de una firma que sólo contaría con siete empleados para todo el barrio.

“Hace semanas que no cortan el pasto y no encienden el riego por aspersión, que tardaron 8 meses en reparar. Ahora el césped está verde por la lluvia pero se secaron más de 25 árboles por falta de agua”, señala otro de los posteos, acompañados por varias fotos que refuerzan las quejas.

Por último, como otra demostración de falta de apego por el paisaje de la zona, la junta vecinal denunció que un deck gastronómico, aparentemente con permiso del GCBA, invadió el sector en el que están apostados los tradicionales cañones del Buque Museo Fragata Sarmiento.

“Devolvámosle la dignidad al Museo”, reclaman los vecinos, que desde el final de la pandemia piden que se retrotraigan todas las autorizaciones para ocupar con mesas y sillas sectores destinados históricamente al uso público.