“Malqueridas”: relatos de maternidades, encierro y resistencia
Con imágenes grabadas con los celulares, la cineasta chilena Tana Gilbert recopiló testimonios de mujeres privadas de su libertad. “Ojalá hasta que no cambien las cosas no se termine nunca la película”, anhela en una entrevista exclusiva con Filo News, en el marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
*Nota escrita por Micaela Robles y Antonella Morello
— ¡Feliz año nuevo!— exclaman un grupo de mujeres desde la celda, mientras miran por la ventana las luces de los fuegos artificiales a lo lejos. Una de ellas graba ese momento con su celular, mientras celebran al grito de “un año menos”. Esa es su forma de mirar el mundo: vertical, y a través de una pantalla. Como nosotros toda la película.
Esos videos encontró la directora Tana Gilbert en 2017: se cruzó con varios perfiles de Facebook que mostraban imágenes de la vida cotidiana de reclusas en la cárcel, medio que usaban para denunciar las vulneraciones a los derechos humanos que ocurrían dentro. En ese momento empezó a investigar el tema, a participar de talleres, a unirse a organizaciones. Visitó San Joaquín, una de las cárceles de mujeres más grandes de Chile, y comenzó un vínculo de confianza y colaboración con las internas, lo cual motivó el film.
“Nunca quisimos trabajar con ellas de forma esporádica y utilitaria, hicimos un esfuerzo para que confiaran en nosotras. Nos convertimos en parte de su red de apoyo fuera de la cárcel. Ellas tenían muchas ganas de hablar de lo que habían vivido y con el tiempo fueron viendo a la película como una oportunidad para contar sus historias”, relató Gilbert a la prensa del Festival de Mar del Plata, donde presentó recientemente su trabajo.
“Son realidades súper brutales; es tanta la precariedad institucional de abandono, que tratamos de hacer algo”, Tana Gilbert.
Según cifras oficiales, el 92% de las mujeres que están privadas de su libertad de ese país son madres. La directora contó que el uso de celulares dentro de las cárceles es una realidad muy común en Chile y América Latina, al ser el contacto de las reclusas con sus familias, y con sus hijes. Sumado a esto, hace dos meses se volvió ilegal en el país trasandino. Es decir, que al tener un teléfono, corren el riesgo de que les aumenten las condenas.
Las propias protagonistas de la historia participaron en el guion, luego de cumplir sus respectivas condenas. Entre todas construyeron un relato conmovedor y desgarrador, que llevó el nombre de “Malqueridas”. Ese también fue un tema de debate: ‘Pensé quién era yo para decirles a ellas que eran malqueridas. Así que les pregunté a las protagonistas. Me dijeron ‘nosotras somos malqueridas’, relataba la cineasta a La Tercera. Frente al sentirse malqueridas por la sociedad, el amor se vuelve protagonista en la película: las nuevas formas de querer y encontrarse en medio de la resistencia.
La directora y docente chilena presentó su película en la Semana Internacional de la Crítica de Venecia y en varios festivales europeos. Por eso celebró su llegada al 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y su alcance al público latinoamericano. “Es necesario que se vea más que en otros lados del mundo”, resaltó a Filo.news, en un mano a mano con ella.
Filo News: Tana, felicitaciones por esta película fuerte, conmovedora, original. Contanos cómo te recibe este festival. Además recién hablábamos, se estrenó en Venecia, venís a Mar del Plata, vas a Ámsterdam, hay mucha diferencia de públicos ¿no?
Rarísimos. Bueno, la película se estrenó en “La semana de crítica de Venecia”, y ahí tuvo un primer antecedente. Antes de viajar a Venecia tuvimos una función cerrada, digamos, de las participantes, nuestras compañeras de la película, donde la vieron con sus familias. Y fue un momento muy lindo donde nos dieron el check, como el sello de calidad. Después fuimos a un festival en España, que es bastante importante. Me pasaba algo muy fuerte que era ‘bueno, ¿hasta cuándo vamos a seguir mostrando la película para europeos y no íbamos a mostrar la película para latinoamericanos, no?’ Entonces con Mar del Plata me pasó un poco que la respuesta ha sido tan linda, como tan reflexiva y profunda, que me hace sentido que la película se muestre mucho acá en Latinoamérica… no solamente acá en Argentina, sino que también en Brasil, estuve en San Pablo. Es necesario que la película acá se vea más que en otros lados del mundo, no solamente en festivales de cine. De hecho, la idea es que ojalá no se vean tantos festivales de cine y se vea más en otros espacios, y que permitan posicionar el tema de las maternidades en la cárcel. De hecho, cuando terminamos una de las funciones se me acercaron como tres mujeres distintas que trabajan en organizaciones con personas que están en estado de reclusión y me pidieron la película y es como ‘tomen, muéstrenla, háblenla’. Me han dicho un par de veces como ‘¿Viste la película de (Pablo) Trapero, “Leonera”, no?’
Filo News: Te nos anticipaste.
Tana: Son temáticas en común. Muchas mujeres se me han acercado diciéndome como ‘qué bueno que hiciste esta película, porque necesitamos que haya perspectiva de género para hablar de la cárcel y para hablar de temas sociales también. Encontramos maneras, no sé si es que está perfecta, pero bueno, buscando formas para poder representarnos.
Filo News: ¿‘Leonera’ la llegaste a ver?
Sí, hace años. Para su tiempo yo creo que fue necesaria. Había que tematizar el tema de la cárcel, de la maternidad en la cárcel, entonces creo está bien, pero claro, también como cómo se van representando las experiencias, las subjetividades, hay diferencia. También como del género, documental y ficción hay grandes distinciones y al mismo tiempo no, porque hasta que punto “Malqueridas” también es una ficción que se sostiene desde la realidad.
Filo News: Hay un paraguas que pasa en el medio entre el período entre “Leonera” y “Malqueridas”, que es nuestro ‘Ni una menos’, los movimientos de género en Latinoamérica. ¿Y cómo te atravesó eso? ¿Cómo atravesó la película? ¿Cómo atravesó Chile?
Qué buena una pregunta. Yo soy mamá hace cinco años y entonces como que obviamente soy feminista, tengo una mirada política al respecto y pienso mis películas de ahí también. Me pasó que cuando me convertí en mamá, como que vi como se caía encima mío, como el patriarcado completo, ¿no? Que como que estaba encarnando el cuerpo, lo que implicaba ser madre en términos de trabajo, en términos sociales. ¿Fue muy fuerte, radical. Estaba haciendo “Malqueridas” mientras maternaba y empezaba a maternar. Yo no importo en esta historia, pero me pasó que iba a investigar y estaba embarazada, y después llegaba a mi casa y me estaba esperando mi ex pareja con un tecito y con un pancito calentito. Y yo estaba muy tranquila porque estaba viviendo un buen embarazo y en paralelo estaba la Betty que estaba embarazada, estaba la Victoria y estaba embarazada de mellizos y era como como esto es demasiado radical y también me daba mucha rabia. En la función de ayer dije esto de dejar de mirar con lástima y empezar a mirar con rabia, porque me parece que de alguna manera como que la maternidad y los feminismos me politizaron muchísimo respecto a las formas de representación que tenemos; por eso a veces me da mucha rabia ver películas que tendrían que tienen el potencial para poder ser representadas con más radicalidad respecto a lo político y que no se atreven.
Filo News: Recién relatabas una imagen muy visual, el tecito, la casa, había una estructura, y también una contraposición con una realidad que también te era ajena, que no querías victimizar, que a la vez desconocías. ¿Cómo te atravesó todo eso? ¿Con todos los dilemas que conlleva este debate?
Siempre quisimos ser lo más honestas posibles respecto a la relación que teníamos con ellas. Éramos súper conscientes de lo de la distancia de clase, de la diferencia de clases que teníamos. No se puede eliminar, el punto de vista está, estoy hablando de mí desde mi mirada. Aprovechar los privilegios que nos da la vida para poder empezar a cómo a pensar en otros, en otras. Creo que el cine da la posibilidad de poder acercar mundos. Tratamos siempre de ser consecuentes con las decisiones que tomamos en términos cinematográficos, artísticos al mismo tiempo de la investigación.
Filo News: ¿Cómo fue ese principio de camino? ¿Cómo fuiste conociéndolas? Contabas que en esas te también varias veces al penal, ¿cómo se fue construyendo ese vínculo?
Fue lento. Hay algunas que obviamente estaban mucho más comprometidas con la película porque comprendían a largo plazo que es lo que iba a pasar, pero fue muy diverso, porque conocimos a muchas mujeres que son parte de la película y que fuimos a ver muchas veces no. Como era tan precario la red de apoyo que había afuera, había algunas que por ejemplo habían perdido contacto con su hijo y no sabía dónde estaba, en el caso de la Susana, por ejemplo, que tenía cuatro hijos, los tres mayores sabía dónde estaban, pero ella había cayó en la cárcel cuando su hijo tenía como diez días de vida. Ella sabía que estaba en un hospital y nosotros tuvimos que darle la noticia de que su hijo estaba susceptible de adopción porque estaba publicado en internet como en el Diario Oficial de Chile. Son realidades súper brutales, es tanta la precariedad institucional, no de vida, sino institucional, de abandono, que tratamos de hacer algo, pero el tema de la solución personal no podíamos tampoco cómo hacernos cargo, sino que hay que pensar una cuestión más política y más discursiva que permita estar hablando de la película y del tema. Así como Susana hay muchas más y es brutal.
Filo News: ¿Cómo fue plantearles que ibas a hacer una película sobre ellas?
Siempre planteamos que era algo lento, que se iba descubriendo y transformando, que es un proceso. Entonces siempre llegamos con la idea de decir ‘esto no es un reportaje’... porque también pasa mucho que hay una idea preconcebida sobre el cine documental, que es como que es menos cinematográfico, o que necesita informar o que salen cosas rápido y ellas ya estaban un poco como habituadas a que llegara la prensa a grabar algunas cosas y hacer un programa de televisión rápido. Pero nosotros reaccionábamos como: ‘no, no lo vamos a grabar’. La Karina siempre cuenta algo que es muy chistoso: dice que cuando nos conocimos yo le dije ‘me vas a tener que ver diez años más porque la película se va a demorar por lo menos diez años’, y me miró y me dijo ‘Tanto tiempo, Tana’, y ahora nos demoramos 7 entonces me dice como ‘te demoraste mucho menos de lo que me dijiste’. Tampoco teníamos financiamiento, lo fuimos consiguiendo de a poco. En Chile nos costó mucho, nos postulamos cuatro veces al fondo hasta que lo ganamos. Hay otras cosas que se van conjugando en la realización, que no solamente tienen que ver con los personajes o quienes habitan el mundo del documental, sino que además por fuera.
Filo News: Hablabas de conseguir la financiación y todo lo que costó. Acá fueron semanas donde se puso en cuestión la continuidad del INCAA como institución, para seguir haciendo cultura, memoria, películas. ¿Cómo ve Chile esto que está pasando en Argentina?
Es que en Chile ya pasó hace dos años atrás, como la posibilidad de que llegara la extrema derecha, de hacerse cargo del gobierno. Salimos un poco como así como medio ahogados, pero tampoco es algo que se ha solucionado, ¿no? Y por más que no gane Milei (nos decía antes de los comicios) hay un tema más profundo que está ocurriendo en Latinoamérica y en el mundo, no como que hay una subjetividad de extrema derecha que está creciendo y estamos llegando a un punto de crisis, que no sé en qué va a terminar todo esto… bueno, sí, las personas que tienen más privilegios se van a salvar de alguna u otra manera. Pero sí, desde Chile lo vemos con no tanto asombro, porque ya se ha repetido en tantos países y ojalá que no se repita acá.
Filo News: Hay una cosa que es interesante que es muy dura a la vez que es esto del celular en estado de reclusión con las internas. ¿Cómo es esta situación en Chile? Un poco la película es clarísima en ese sentido, pero las chicas miran el celular dentro y grabaron imágenes, un montón de imágenes que tuviste que seleccionar. ¿Cómo fue eso?
Qué loco porque estaba avanzando un poco como en todas las historias que quedaron por fuera, que no seleccionamos en la película, y también como las preguntas éticas que nos hicimos en ese proceso, teníamos un montón de momentos donde ellas contaban cómo escondían los celulares, pero después pensamos ‘¿qué estamos haciendo? cuando vean la película de Gendarmería van a cachar cuáles son los escondites’. Entonces, como estábamos, como al mismo tiempo que investigando y yendo a la particularidad, estábamos revelando cosas muy fundamentales. Ahora pasó que se aprobó esta ley que penaliza el uso de celulares dentro de la cárcel y aumenta las condena, que antes no existía como estamos haciendo la película. Antes el celular, un celular básico anda como un Android del 2020, 2019 súper en mal estado y todo costaba 200 dólares, por ejemplo, y está costando 800 dólares. ¿Qué pasó con esa ley? Lo que hizo es que subiera el valor de esos celulares. Nadie ha dejado de usar celulares, ahora tienen más miedo, están buscando nuevos escondites, pero al final no hay una solución realmente estructural o de fondo para poder solucionar el tema. En Chile se supone que debería haber acceso en cada penal y no es así. ¿Cómo creamos herramientas para poder facilitar un poco más las cosas? no perder todos los derechos humanos y toda la dignidad que tenemos. Y les comento otra cosa más: no como no solamente está la violencia de Gendarmería, la violencia policial dentro de la cárcel, sino que además como que hay otras dimensiones de la violencia, obstétrica, muchas otras. Me ponía a pensar en esto que una vez me dijo Paola Ramírez, que era una mujer que estuvo presa de libertad y que hoy se transformó en una especie activista respecto a la privación de libertad para las mujeres en Chile, una vez nos dijo a nosotras quedamos y pasmadas: ‘Bueno, el movimiento feminista siempre ha hablado de los presos políticos o de los derechos de las mujeres, pero nadie está pensando en nosotras; entonces vamos a tener que ser nosotras las que nos hagamos cargo en el fondo de nuestra propia lucha’. Y dice algo que es muy importante: ‘Nosotras también somos presas políticas, porque desde que nacimos hubo un Estado que nos abandonó’. Entonces hay una cuestión que también plantea la película en términos narrativos, pero es esta circularidad como de que ella nació en situación de pobreza y la posibilidad que tenían era delinquir para poder mantener a su familia.
Filo News: Recién también hablabas de la evolución social tecnológica. En la peli hay un laburo de imagen y sonido que está re bien hecho, mostrás preciosas imágenes que una grabándolas hace años y con sus celulares las descartaría por borrosas. ¿Cómo fuiste trabajando?
Habían imágenes muy hermosas, originales y brutas. Siempre pensábamos cómo proyectarlas en una pantalla gigante y que no se rompa toda la imagen, que se pueda entender; por otro lado, también como en como darle un espacio permanente a esas imágenes. Imprimimos frame por frame todas las imágenes de la película y un poco para darles un espacio físico, permanente, que sean imborrables. Estuvimos recopilando durante estos siete años. Al mismo tiempo también hay una cuestión de que el montaje y la impresión de la o la repetición de ciertos frames hace que empiece a aparecer otra cosa con la imagen.
Filo News: ¿La estrenaste en Chile ya? ¿qué conversaciones generó?
Fue muy lindo, pero además porque claro, yo acá vengo porque es un poco caro traer a los chiquillos para acá, pero a mí me encantaría que no estuviera hablando yo de esto y estoy hablando ellas. Estrenamos en el Festival de Cine de Valdivia y ahí la conversación fue entre ellas. La mayoría de las mujeres con las que trabajamos ya están en libertad. Y hay algunas que nos están acompañando en este proceso de distribución de la película y están ahí hablando por ellas mismas. Yo soy profe de universidad en Chile, de cine, entonces se llenó de alumnos que fueron a ver la película y fue muy lindo; pero uno preguntó algo que pareciera ser que iba hacia mí, preguntó por el tiempo. Fue precioso porque la respuesta fue contundente: la Ana responde ‘qué buena pregunta, porque en realidad hay un tema con el paso del tiempo y con la percepción del tiempo que se va modificando, yo hasta el día de hoy sé en qué mes estamos, pero no sé en qué día estamos’. Hay como una cosa que se vuelve permanente en la vida, como sentir y percibir el tiempo de una manera distinta.
Filo News: También hay algo de eso con la verticalidad con la que elegiste mantener la peli, que incluso hoy, en tiempos modernos, podríamos decir que es hasta instagrameable. No porque esté en el celular, sino que también hay otro motivo que es el que vos contás en la proyección.
El material originalmente era siempre vertical. Entonces pensamos que teníamos que hacer una película vertical, pero más allá de eso empezamos a darle una relación o un significado más simbólico a estas imágenes, porque en el fondo, no solamente el origen de estas imágenes es vertical, sino que además la forma de mirar el mundo cuando se está privado de libertad es vertical también, en muchos sentidos. En el fondo las ventanas de la cárcel son verticales y entonces era muy importante para nosotros, como reafirmar o ir a encontrarnos de nuevo con ese momento de mirar por la ventana. La forma que tienen también de observar el mundo a través del celular es vertical. La forma de conectarse por fuera de distintas maneras era siempre vertical.
Filo News: Visibilizar estas realidades genera debates en la sociedad misma, plantearse cosas que antes no eran las mismas, ¿les pasó eso?
Es que todavía no hemos estrenado en salas. Estamos guardándonos toda la energía para mayo del próximo año que vamos a estrenar en sala. Y ahora estamos aprovechando solamente como los premios, las noticias y cositas así como para poder seguir instalando. Y ya tuvo repercusión.
Filo News: En la función una chica te preguntaba ¿cuándo finaliza el proyecto? y vos le dijiste ‘siento que el proyecto no terminó’.
Y no va a terminar. Es que las películas ¿cuándo terminan? la gracia que tiene el cine en el fondo es que nunca termina porque siempre son vistas y re pensadas de nuevo. Pero más allá de eso, hay otra cosa concreta que es que la película no puede terminar porque es necesario que sigamos pensando en el tema. Ojalá hasta que no cambien las cosas no termine nunca la película.
Filo News: Hablando de películas que no terminan, esto es en Argentina, no te podemos no preguntar, ¿qué te gusta del cine argentino?
Argentina tiene muy buenos cineastas. Se me viene a la cabeza mucho la influencia que tuvo cuando era estudiante Albertina Carri, creo que es importante no solamente las reflexiones que emergen de su cine, sino que también por la materialidad, por el trabajo, que como la forma que ha pensado el archivo. “El silencio de un cuerpo que cae” de Agustina Comedi también. Clarisa Navas también es una amiga.