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Cine y series

“Sound Of Freedom”: Cuando la ficción se convierte en un grito de justicia

En medio de la selva colombiana, un hombre se adentra en territorio prohibido, solo y sin temores. Su misión es clara y peligrosa: debe llegar a los campamentos terroristas, rescatar a una niña víctima de trata, y garantizar la seguridad de ambos.

“Sound Of Freedom”: Cuando la ficción se convierte en un grito de justicia
“Sound Of Freedom”: La lucha contra la trata de niños llega a la pantalla grande

Un relato auténtico, lo suficientemente veraz como para ser un fiel testigo de la realidad, pero lo eficientemente creativo como para abordar una temática tan delicada de una manera cautivadora. Eso es “Sound Of Freedom”, una película que va más allá del mero entretenimiento. Su historia, su resonancia global y hasta el momento en el que se estrena hacen que la obra dirigida por Alejandro Monteverde se haga de sentido en una sociedad que poco habla de la trata de personas, y menos aún cuando esta se vincula con la explotación infantil.

El film, que se lanzó el 31 de agosto en las salas argentinas, transcurre en el corazón de la selva colombiana, donde la violencia y la opresión se extienden, dando vida a una historia basada en hechos reales. La obra narra la trayectoria de Tim Ballard, protagonizado por Jim Caviziel, un agente federal estadounidense que, después de rescatar a un niño de las manos de traficantes de menores, descubre que la hermana del sobreviviente todavía está cautiva. Decidido a rescatarla, toma la decisión de abandonar su trabajo y emprende el viaje para liberarla, poniendo en riesgo su propia vida. 

En una suerte de resumen visual, y con un lenguaje sumamente cuidadoso, se abordan temas como la espiritualidad, la inocencia, la responsabilidad paternal, la ineficiencia gubernamental y el deber de los ciudadanos ante problemáticas sociales. A pesar de que cada temática está basada en sucesos verídicos, se protege la identidad de todos los involucrados. Según explicó el verdadero Ballard, quien trabajó durante 12 años como agente especial en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se utilizaron tres narraciones diferentes para escribir el guión final con el fin de preservar a las víctimas.

La película que conmovió a sus propios protagonistas

La realización de la obra se vio sujeta a una serie de desafíos que abarcaron aspectos emocionales y críticos. Tanto quienes se pusieron en los pies de las víctimas, como aquellos que tuvieron que interpretar el rol de los victimarios fueron sometidos a un proceso emotivo de gran intensidad. “Fue muy fuerte, uno siempre tiene un vago conocimiento del tráfico de niños pero no era consciente de su magnitud”, explicó Yessica Borroto quien interpreta a "Giselle", personaje basado en Kelly Johana Suárez, una mujer que reclutó y traficó niños usando sus credenciales en Colombia. “Estuve muy angustiada, recuerdo que después de haber leído el guión me la pase vomitando por días, me sentía fatal”, prosiguió.

Por su parte, José Zuniga, quien le da vida a "Roberto”, el padre de los dos niños secuestrados, también compartió su experiencia: “Me tuve que ‘lanzar’ de lleno”. “Me obligué a permitirme explorar un montón de emociones para poder encarnar el papel de forma digna”, expuso y aclaró: “Mi objetivo era plasmar un hombre más de la sociedad, atrapado en una situación tan trágica como el secuestro de sus dos hijos”. Sin embargo, había un papel que nadie se atrevía a tomar: el de Earl Buchanan, uno de los americanos que compra y vende menores. “Se había convertido en un problema durante el casting porque varios actores lo rechazaron por ser demasiado oscuro”, relató Gary Basaraba, actor que aceptó el rol “sin problemas”.

“Alejandro se contactó conmigo para acercarme la propuesta y me explicó una por una las razones por las cuales estaba haciendo el film, a lo que simplemente respondí: Por supuesto que lo haré”, comentó el artista y continuó:  “No me preparé en absoluto para el papel, traté de desarraigarme de todos esos pensamientos cargados y sensibles sobre el tema en cuestión, porque este tipo de editorialización solo puede producir un límite que obstaculice la interpretación”.

El arte como llamado a la acción

El dolor de la historia se proyecta en la pantalla grande, con tintes hollywoodenses. En un juego entre la perspectiva policial y el infierno al que están sometidos los menores, el mensaje de la película es claro: presionar a los Estados para que tomen medidas reales. Es un grito de desesperación por reevaluar la legislación, desarrollar protocolos de protección infantil, implementar sanciones duras y eficientes para prevenir y reeducar. “Nuestra esperanza es que se genere una discusión ‘honesta’ sobre la problemática, que las personas reflexionen y pongan el tema sobre la mesa”, manifestó Zuniga. “Que conmueva, pero que a su vez, enoje dando lugar a la revelación de más historias que suelen ser silenciadas. Hay héroes en cada país latinoamericano luchando por brindar dignidad y oportunidades a los más vulnerables”, señaló.

Y como era de esperarse, la intención no estuvo exenta de críticas por parte de quienes minimizan la gravedad del problema y de aquellos cuyos intereses comerciales podrían verse afectados por la representación de la trata en la pantalla grande. Varios medios de Estados Unidos la acusaron de “conspirativa”, cuando estos dichos carecen de fundamento si se consideran los hechos y la cronología de la producción. El rodaje inició en 2015 y concluyó en 2019, lo que significa que su realización abarcó un período en el que el gobierno estaba en manos de otra administración.

Convirtieron la película en un ‘conflicto’ entre la izquierda y la derecha. Es una tontería, escuché hasta ciertas personas decir que tiene un tinte pro QAnon (teoría que afirma que Donald Trump se enfrenta a un grupo de pedófilos del Partido Demócrata). Sound Of Freedom es una mirada dura y veraz de lo un tema oculto a nivel global”, explicó Basaraba, desacreditando toda noción sobre una supuesta bajada política.

Tras las sombras de la trata de personas

Sin embargo, si bien la película no se creó en respuesta a ningún mandato específico o agenda política actual, expone de manera clara la responsabilidad de los Gobiernos y su falta de acción a nivel global. De acuerdo a un informe conjunto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Walk Free, se estima que en el mundo actualmente existen aproximadamente 50 millones de personas bajo la trata

De manera que, las mujeres constituyen el grupo de víctimas más recurrente, representando el 46% del total, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Más alarmante aún, es el hecho de que el 19% de ellas son menores de edad. Gran parte se encuentran en América Latina, donde se ven expuestas a diversas formas de abuso, tales como la explotación sexual, laboral, matrimonios forzados y, en algunos casos, la participación involuntaria en actividades ilícitas como homicidios por encargo o el tráfico de drogas, entre otras circunstancias adversas.

En un mundo donde la trata de personas y la explotación siguen siendo una realidad, es crucial que tomemos medidas de prevención. En caso de querer denunciar alguna actividad relacionada con el tráfico de individuos, buscar asistencia o información adicional, podés contactarte a la línea gratuita 145, que opera las 24 horas del día. Con cada paso que damos, nos acercamos más a un futuro donde la libertad y la dignidad sean los pilares de nuestra sociedad.

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