En una nueva campaña para controlar la vestimenta de las mujeres, el Gobierno de Irán desplazó a las fuerzas de seguridad alrededor de todo el país con el objetivo de imponer el velo obligatorio. La decisión fue tomada diez meses después del femicidio de Mahsa Amini, quien perdió la vida bajo custodia policial después de ser detenida por llevar mal puesto el hiyab.

Según declararon las autoridades, las mujeres que no cumplan con el código de vestimenta islámico, especialmente aquellas que no lleven el velo, podrán ser advertidas y sancionadas. El vocero de la policía, Said Montazeralmahdi, justificó esta iniciativa argumentando que responde “a las demandas de la población e instituciones”, y tiene como objetivo “fortalecer la seguridad pública y los valores familiares”.

La medida generó una gran indignación alrededor del mundo, tomando esta acción como una violacion a la libertad individual de las mujeres y un retroceso en los avances logrados en la lucha por la igualdad de género. Organizaciones defensoras de los derechos humanos condenaron firmemente esta acción y llamaron al Estado iraní a respetar los derechos de todas las personas.

Mientras el Gobierno refuerza su control sobre la vestimenta femenina, muchas mujeres continúan resistiendo y alzando su voz en defensa de sus derechos fundamentales. La lucha por la igualdad de género es un desafío constante que requiere la atención y el apoyo de la comunidad internacional para lograr un cambio significativo y duradero.