La recepcionista de un hotel de Villa Gesell ubicado en la misma cuadra del boliche Le Brique, frente al que asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa la madrugada del 18 de enero de 2020, declaró haber escuchado a uno de los ocho acusados decir: "Le rompí toda la jeta, ¿viste?". Y: "Le llené la jeta de sangre". Todo mientras pasaban frente a ella "riendo, festejando entre ellos", según su declaración.
Andrea Ranno prestó testimonio este viernes en la quinta audiencia del juicio contra los ocho jóvenes acusados de haber matado a golpes a Fernando Báez Sosa.
"Todos se sentían partícipes de ese festejo. Venían muy exaltados, muy contentos, contentísimos y felices", declaró la testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.
En un tramo de su declaración, Ranno miró a los padres de Fernando -Silvino Báez y Graciela Sosa- y les pidió perdón.
Luego, relató cómo minutos después del ataque a Báez Sosa vio pasar frente al hotel "Inti Huasi", en el que trabaja, a al menos ocho jóvenes, por lo que cuando llegó el personal de la Delegación Departamental de Investigaciones habló con la Policía.
Sobre los acusados, describió que uno de ellos "tenía una camisa negra rota, el cabello revuelto", que caminaba "adelante" y "de manera desaforada, firmemente, con la cabeza baja, como ciego". A ese lo reconoció en uno de los videos que exhibieron en la sala de audiencias: era Máximo Thomsen. La testigo también describió a otros de los agresores como un "rubiecito, que tenía una camisa que brillaba, que llamaba la atención". Resultó ser Matías Benicelli.
El juicio contra Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) continuaba esta mañana en el Poder Judicial de Dolores, con los ocho acusados presentes, como así también con los padres de Fernando presenciando la declaración de los testigos citados para esta quinta jornada.