En la primera jornada del juicio contra los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa, el abogado de los acusados, Hugo Tomei, adelantó que pedirá la suspensión del debate. "Fueron condenados sin un juicio previo. Se les negó la posibilidad de ser oídos", argumentó.
En una primera audiencia en la que hubo cruces entre los letrados Tomei y Fernando Burlando -que representa a la familia Báez Sosa-, y que requirió la intervención de la jueza María Claudia Castro, la defensa denunció que "no existió debido proceso legal" a la hora de acusar a los imputados por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".
La fiscalía, por su parte, recordó que el planteo de nulidad ya fue rechazado.
“Vamos a demostrar que los acusados tendieron esa noche un verdadero cerco humano con la finalidad de poder asegurarse actuar sobreseguro y tener certeza que su presa no iba a poder eludirlos y mucho menos contar con ayuda, ayuda que, también demostraremos, otras personas quisieron otorgarle, pero no pudieron sortear el muro salvaje, la muralla infranqueable que construyeron sobre la víctima. Demostraremos que el crimen cometido fue una lisa y llana ejecución. Que sus autores jamás estuvieron dispuestos a detener su accionar hasta no ver sin vida a su agredido. Vamos a demostrar que en esa macabra tarea, no hubo exceso involuntario alguno: cada golpe aplicado tenía un destino y un fin, que era matar", aseguró Burlando durante su exposición. El letrado adelantó que pedirán la prisión perpetua para cada uno de los acusados.