Coronavirus: el detrás de escena de la nueva ola de shows vía streaming
En esta nota, los detalles de este formato que ya estalló a partir de la pandemia: cómo funciona, cuáles son los beneficios o cómo impacta en la industria musical. Filo.News dialogó con músicos argentinos y españoles para saberlo.
Un año atrás, Fito Páez pisaba el escenario del Dolby Theatre en Hollywood, y se paraba eterno y vigoroso frente a toda una multitud en el Hipódromo de San Isidro por el Lollapalooza. La semana pasada, sin embargo, se presentó desde el living de su casa, donde no necesitó más que un piano y una cámara.
Desde que la OMS decretó al coronavirus como pandemia, la cuarentena y aislamiento obligatorio se volvieron necesarios para prevención y cuidado. En este marco crecieron los shows vía streaming, una modalidad basada en la transmisión del show a través de internet.
Fito es tan solo uno de los artistas que adoptó este formato: se suma a Juana Molina,Conociendo Rusia, Marilina Bertoldi, Acru, Pedro Aznar, Dante Spinetta, Fabiana Cantilo y más. No fue solo un fenómeno local: hace algunos días veíamos como Chris Martin interpretaba los grandes éxitos de Coldplay que le pedían sus seguidores en Instagram, como también Alejandro Sanz y Juanes.
Cuando se trata de crisis sociales, y en tiempos donde el aislamiento es la ley, la música está al pie del cañón para establecer esa necesaria conexión, en función de una vía de escape de la realidad. Sin embargo, este mecanismo no está exento de complejidades: ¿cómo afecta el coronavirus a la industria musical?
Es por eso que Filo.News dialogó con el organizador del Cuarentena Fest, Dani Cantó, con los músicos españoles Penélope y la argentina Lucía Tacchetti para comprender cómo surgió esta iniciativa, cuáles son sus beneficios y qué pasará a futuro.
El detrás de escena de los festivales vía streaming
Los conciertos en la web ya surgieron hace tiempo: tal es así que en festivales como Coachella o Lollapalooza realizaron transmisiones en vivo mientras se llevaba a cabo el show. A la par del crecimiento de internet y de las tecnologías, continúan evolucionando y creciendo; sin embargo, en las últimas semanas se convirtió en la única manera de llevar la música al público.
A sus 37 años, Dani Cantó maneja una discográfica en España. Sin embargo, cuando el coronavirus lo obligó a suspender sus actividades, tuvo la idea de transmitir un show en vivo a través de internet, hasta que se dio cuenta de que había muchos artistas que estaban atravesando la misma situación. “Empezamos a tirar el hilo y ahí surgió Cuarentena Fest, de manera orgánica”, cuenta para este medio.
“Hubo una primera selección que fue de oreja a oreja. Empezamos el miércoles a las 10 y a las 13 ya teníamos unas 15 bandas, todo a través de notas de voz, mensajes rápidos, todas se prendieron super rápido. Esas se los contaron a otras bandas, a los sellos y así. Representa un mismo espíritu y diferentes sonidos”, señala.
Del 16 al 27 de marzo, el encuentro reúne a más de 50 bandas, todas desde sus casas, con el fin de propagar la importancia del aislamiento y cuarentena para evitar el contacto con otras personas y así frenar la propagación del virus.
Lo cierto es que se volvió un éxito: con más de 20 mil seguidores en Instagram, día tras día reúne a cientos de personas frente a la pantalla. “Es una de las experiencias más ricas e interesantes que hemos tenido, porque lo estamos haciendo todo de manera horizontal”, confiesa Cantó.
"Intentamos hacer todo lo que hemos aprendido de los festivales físicos y llevarlo a la experiencia online”, cuenta Cantó.
¿Cómo funciona? Tan solo es necesario buscar el link de YouTube del artista a seguir en vivo, o de Instagram o Tumblr. “Hay un órgano de gestión, que incluyen los sellos que tenemos tres o cuatro bandas dentro de la grilla, y también existe un grupo de WhatsApp donde todo se consulta con los grupos”, explica.
De esta manera, el teletrabajo se vuelve la forma de organización: “Es una tarea donde todos decidimos, todos aportamos, las plataformas, las comunicaciones, estamos intentando hacer todo aquello que hemos aprendido de los festivales físicos y llevarlo a la experiencia online”, asegura.
El festival es de carácter gratuito, aunque propaga el arte remunerado: “No creemos en una cultura precaria, ya que supone bastante pérdidas para los grupos. Hicimos el botón de donar, donde aproximado hemos recaudado 2500 euros, que no van a ser repartidos en la organización sino en los grupos que están actuando, es voluntario de todos los fans que se acercan y creen en la iniciativa”, indica.
“Festival de música en streaming en tiempos difíciles”; ese es el logo que lleva el festival, el lema que defiende en todas sus plataformas. Lo cierto es que, tras la difusión de esta iniciativa, surgieron diferentes proyectos como Festival Antídoto, Homefest o Banda Invitada, que continuaron la misma lógica y que demuestra que el boom recién está por comenzar.
En primera persona: ser artista y tocar para el público virtual
¿Cómo se vive este fenómeno desde el lado de los músicos?Penélope fue una de las bandas españolas que participó del Cuarentena Fest, ya que esa semana en que comenzó la cuarentena tenían varios conciertos programados para presentar su nuevo disco. Todo iba a quedar en el tintero, hasta que escucharon nombrar el proyecto.
“Dijimos que sí porque nos gustaba la idea de mostrar nuestro álbum. Nos ha salvado en ese sentido y nos ha dado bastante visibilidad”, contaron para este medio y agregaron: “Creo que a la gente le llama la atención, sobre todo en estos momentos donde todo el mundo tiene que estar encerrados, poder ver artistas desde su habitación, conocidos o no”.
Justamente, España es uno de los países con mayor cantidad de casos de COVID-19: tal es así que superó las 4.000 muertes por coronavirus, con 655 registrados en las últimas 24 horas. “Estamos en estado de alerta y no nos dejan salir de casa. Mola mucho ver cómo la gente reacciona en el momento, estar en el chat, ver como reaccionan en vivo”, contó la banda.
Por su parte, la argentina Lucía Tacchetti fue una de las invitadas a participar del festival Banda Invitada, lo cual consideró como “una buena iniciativa esto de poder seguir igual en movimiento y llegar a nuevos públicos de manera virtual”.
Sin embargo, tocar desde casa no es tan fácil a nivel técnico, ya que el sonido se diferencia de un estudio o de un concierto. Es por eso que confiesa: “Estuve estos días mirando muchos tutoriales y buscando la manera de sonar perfecto y que se vea muy bien. Para mi cada oportunidad de tocar en vivo es súper importante no importa si es virtual o presencial”.
De todas formas, la artista resalta la importancia de poder conectarse con el público en el formato que sea: “Estar desde tu casa es abrir la puertas a tu sensibilidad más grande así que a mi me encanta y me tiene muy contenta poder hacerlo”.
Con la virtualidad existen diversos beneficios: no solo una democratización del show y un público más amplio, sino también la posibilidad de interactuar con ellos en vivo, de tener mayor feedback cada uno desde la comodidad de su hogar. Sin embargo, ¿qué pasa con la experiencia en vivo? ¿con qué panorama se podrá encontrar la industria cuando pase la pandemia?
“Llevo como 15 años vinculado a la música en vivo como fotógrafo, es mi vida, lo que soy, y no volver a tener esa experiencia, las pruebas de sonido, los nervios, los abrazos de después, creo que me deprimiría”, asegura Cantó, quien explica que un formato no quita el otro: “Creo que se va a integrar dentro de la comunicación real de cualquier grupo, es una manera de conocer las bandas”.
Luego, evalúa: “Creo que es un momento clave, habrá que pensar cual es el tipo de redistribución, si se pueden establecer plataformas que retribuyan mejor a los grupos, pero creemos que esto va a formar parte de cómo nos relacionamos, de como exteriorizamos, quienes somos y qué hacemos. Contamos con una manera de volcar en la red conocimiento y creación para hacerlo colectivo y poder llegar a la mayor gente posible”.
A su vez, confiesa: "El grupo de WhatsApp funciona también de apoyo emocional, nos hablamos, nos decimos cosas, decimos bromas, de cosas técnicas. La gente necesita algo que hacer y poder iluminarlas de alguna manera, poder hacer algo, que tenga un plan cada noche. Todo el mundo quiere comunicar porque en esta generación y siglo XXI todos dependemos de otras personas, aunque sea virtual, nos interesa ese feedback a todos", reflexiona Cantó.
“Queremos que la música siga llegando a las casas, no sabemos cuánto va a durar esto”, afirma Cantó.
¿Qué rol ocupa la música en estos contextos? Para los músicos de Penélope, ayuda a distraer y entretener a la gente, ya sea desde un vivo de Instagram, o la ilusión de cantar un tema desde un edificio y que un vecino siga la canción desde el balcón de su departamento.
“A nivel social y cultural es un proyecto que da ilusión, te da esperanza en el sentido de que es algo que es muy difícil que pase, que tanta gente se junte para organizar algo así, tiene que darse una situación excepcional para que pase eso yo creo, y se ha dado y se ha visto que de algo malo se pueden sacar cosas buenas también”, afirman.
Por su parte, Tacchetti concuerda: “Creo que es un lugar de distracción, el arte para mi salva y entonces me parece que de esta manera podemos llegar a muchas casas para entretener un poco. Me parece un momento histórico el que estamos viviendo y poder estar con mi arte es un privilegio”.
En cuanto al formato, indica: “Me parece que lo digital y el streaming ya venían creciendo muchísimo, pero no creo que nunca iguale al momento en vivo. Estar viendo un recital con la energía ahí de todos en la misma sintonía es único y no creo que pueda ser reemplazado por algo virtual. Pero si me parece un lugar súper interesante de conversación y de poder llegar a otros lugares del país y del mundo”.
¿Qué pasará a futuro? “Quizá se vuelva a usar en ocasiones como esta, o se usa más a menudo en situaciones normales, pero espero que los festivales sigan siendo conciertos en directo donde la gente baila, la pase bien, que sea alguien social”, proyecta la banda, mientras que Tacchetti opina: “Si creo que esto viene pisando fuerte hace mucho tiempo y me parece que se va a lograr una combinación perfecta de ambos mundos”.
Lo cierto es que, en estos tiempos de crisis, y cuando termine la cuarentena, será más necesario que nunca apoyar a los artistas y a la reproducción del circuito cultural, especialmente a todos aquellos grupos independientes: “La música estaba sufriendo un momento donde dependía del directo como una manera de distribución ante la caída de discos. Queremos que realmente la gente siga escuchando las bandas, siga escuchando los discos y siga yendo a los recitales, porque es la manera de apoyar la cultura”, afirma Cantó.
Es por eso que, según adelantó, crearán “Cuarentena Cultura”, una línea de comunicación con diferentes grupos para que puedan contar sus historias: “Queremos que cuando todo pase no se rescate a los bancos y empresas privadas sino también a la cultura. Queremos que la gente, más allá de todo el mensaje positivo que estamos lanzando, sepan que hay mucha gente que la va a pasar muy mal. Si todo esto acaba no puede acabar con nosotros”.
Es que la música no es la enfermedad ni la cura: pero sí un camino necesario para salir de la soledad en medio de tanta pandemia. Como reflexiona Cantó: “No viene a salvarnos del coronavirus, pero estamos aportando un poquito de luz a toda la gente".