En enero del año pasado Brett Belsky, de 29 años, escuchó a alguno de sus alumnos hablando de juegos de Xbox y tuvo una idea: si tenía un buen desempeño durante las próximas semanas jugaría algunas partidas de Fortnite con ellos.

Dos meses después el profesor cumplió su promesa y, según la investigación, jugó alrededor de veinte minutos con dos niños de 11 y 12 años. Pero cuando uno de los alumnos le mencionó el hecho a sus padres, lo reportaron ante las autoridades de la escuela y ese fue el comienzo del fin para Belsky.

“Como maestro, intentás acercarte de la mejor manera posible,” declaró. “Estos chicos hablan todo el día de videojuegos. Les dije ‘si terminan este trabajo, quizá juegue contra ustedes’”.

Aunque el profesor asegura que le explicó a los niños que necesitaban el consentimiento de sus padres, las autoridades del Departamento de Educación pusieron suspendieron a Belsky en abril y finalmente confirmaron su despido por considerar que “intervino en conductas inapropiadas a través de internet” con sus alumnos.

“Los empleados escolares no debería interactuar con sus alumnos en línea excepto por motivos relacionados con la escuela,” le explicó un representante del Departamento de Educación al New York Post. “El señor Belsky fue despedido basado en su desempeño general, incluyendo un análisis de este caso.”

La comisión investigadora también asegura que los empleados tienen en claro que hay una guía de uso de redes sociales para saber qué tipo de contacto con los alumnos fuera del ámbito escolar es apropiada. Y aunque nada grave o realmente inapropiado haya sucedido, como el abogado del sindicato le explicó a Belsky, “sin los detalles, la gente puede tener una mala impresión”.

Aún así el profesor está convencido de que si bien debería haber consultado con las autoridades antes de compartir su usuario con los alumnos, los videojuegos son una forma válida de contacto y vínculo.

“Este juego es increíblemente popular entre ellos,” dijo. “Tengo que encontrar una forma de llegar a estos chicos, de hacerlos trabajar.”

Belsky apelará la decisión este mes.