Emoción a flor de piel, llanto y la voz resquebrajada. Gastón Salas, un joven de 19 años oriundo de Comodoro Rivadavia (Chubut), demostró que sobre la base del esfuerzo todo se puede alcanzar, incluso, los sueños.
Él, que prefería quedarse horas y horas en la cocina perfeccionando su técnica en pastelería antes que salir con sus amigos, consiguió lo que tanto esperaba: ganar el primer ciclo de Bake Off Argentina.
En una final muy peleada con Hernán Lambertucci, Gastón eligió ir a lo clásico y sorprendió con una torta con tinte emocional. El chubutense representó la silueta del Cerro Chenque, recordando a su ciudad, también un pizarrón porque representaba el aprendizaje a través del concurso y finalmente se caricaturizó a él mismo ahogado dentro de un cupcake, para recordar sus errores.
"Estar acá es un sueño cumplido. Creo que es lo máximo; venir desde la Patagonia a Buenos Aires, la ciudad de los sueños, qué puedo decir. ¡Estoy hiper feliz!", dijo cuando le anunciaron que sería uno de los finalistas del ciclo.
En tanto, Hernán eligió realizar dos lingotes representando uno a su país natal y otro el de su familia (Italia) además de una H, evocando a su nombre.
MIRÁ LA TORTA QUE CONSAGRÓ A GASTÓN COMO EL GANADOR