Con tres derrotas en misma cantidad de presentaciones, Tigre regresaba a Victoria para el segundo encuentro como local ante Bolivar, uno de los equipos que llegaba con solamente con tres puntos y que se convirtió en el rival del "Matador" para quedarse con el cupo para la Copa Sudamericana.

Sin embargo, en un partido donde tuvo todo para quedárselo, falló en las dos áreas y terminó cerrando un empate que no le convino a ninguno de los dos en la disputa por el grupo, pero que dejó con un sabor amargo a los dirigidos por "Pipo" Gorosito tras un final para el olvido.

Sin embargo, la tarde noche comenzaba de la mejor manera para Tigre cuando Pablo Magnin aprovechaba un rebote del arquero Rojas para poner el 1 a 0 en el marcador, al igual que como había ocurrido días atrás en Bolivia. Con la ventaja, el local era más pero llegó la primera jugada desafortunada.

Gonzalo Marinelli intentó salir jugando y la pelota rebotó en Riquelme, causando que la pelota lo supere por encima para estampar la paridad y dirigir así el partido hacia el final de los primeros 45 minutos.

En la segunda mitad, los de Gorosito fueron por la victoria y tuvieron las mejores oportunidades, convirtiendo a Rojas en la figura del partido, que terminó de coronarse en la última jugada del partido cuando le detuvo un penal a Pablo Magnin para mantener con vida la esperanza de Tigre en la Copa Libertadores.