Sin lugar a dudas, la llave más importante de los octavos de final se definía en Madrid y muchos van a pensar en el penal que Messi erró en la ida. El 1 a 0 parecía darle una leve ventaja a Paris Saint Germain en la serie pero no fue suficente para vencer al más ganador de la historia, que dejó chiquito a un equipo plagado de estrellas.
En el Santiago Bernabeu, se dio una de las victorias más duras y resonantes para el futuro del equipo francpes por que se cortó la gran ilusión con una ventaja de 2 a 0, porque cuando todo era parejo, otra vez Mbappé explotaba en velocidad y vencía a Courtois para el 1 a 0 cuando iban 39 minutos y parecía encaminar la serie.
En el complemento, vencido y sin encontrar espacios, pero con chances concretas para igualar el juego, llegaría la jugada que torcería la historia. Donnarumma recibía en el área y ante la presión de Benzema se confió y sacó un pase por dentro del área que cayó en los pies de Vinicius Jr. que le dio la genttileza al francés para el 1 a 0.
Con los 60.000 hinchas a su favor, Real Madrid se agrandó y Paris Saint Germain temía el gol que lo llevaba al alargue. Así fue como en una contra, Modric rompió el mediocampo y el brasilero volvió a explotar por la banda. Una pase atrás al croata permitió que este, vestido de crack, pusiera a Benzema otra vez mano a mano e igualaba la serie.
Restaban 15 minutos y el estadio explotó con la confirmación del VAR y soñaba con un tanto más que, a esta altura, era lo más probable. Así, un error en la salida del medio del PSG llevó a Marquinhos a cerrar en su área con un pase infantil al centro en donde el matador francés, de primera, anotaba su tercero personal y el del partido, para revir la serie, con 12 por delante.
Sin respuestas, Pochettino metió cambios para un ataque que no mejoró y unos 16 minutos, incluyendo el descuento, en donde PSG pudo sufrir el cuarto o quinto antes que forzar el alargue. En el medio, la mala noticia de la lesión de Di María y una eliminación que cae como una bomba en el vestuario.
Real Madrid, con la chapa de 13 veces campeón, aplastó mentalmente a un equipo de estrellas sin juego ni funcionamiento. Con esto, se detonará algo interno en PSG, que deberá resistir a la dura prensa, a los hinchas y hasta consecuencias en el plantel por un futuro que parece incierto, empezando por Kylian Mbappé.
Del otro lado, la cara de la victoria y la hazaña. El "Merengue" se mete en cuartos de final y, si bien parece tener menos que Liverpool, Bayern Munich o Manchester City, los primeros adentro, el empuje emocional y la historia lo ponen candidato como siempre y mostró que está más firme.