Independiente vive días complicados. Inmerso en una crisis institucional desde hace tiempo, el clima caliente que hay en el Rojo quedó a la vista el pasado lunes en la derrota ante Platense en Avellaneda, donde los hinchas cantaron en contra de la dirigencia encabezada por Hugo Moyano y manifestaron su malestar con Eduardo Domínguez y algunos jugadores. A días del clásico con Racing, las aguas están lejos de calmase.

Este miércoles, frente a la entrada del predio que el club tiene en Villa Domínico, aparecieron pasacalles con amenazas contra los jugadores.

"Me duelen los ojos de verlos jugar, horribles", decía uno de los carteles firmado por "Los dueños de Avellaneda", la barra "oficial" del Rojo. Mientras que el otro cartel tenía un mensaje mucho más fuerte: "Ganar o morir. Jugadores respeten la historia. Sino, hay consecuencias!".

Independiente visitará a Racing el próximo domingo, desde las 15.30, en el que podría ser un partido bisagra para el Rojo. De hecho, el propio Domínguez reconoció: "Sabemos que va a ser un partido que nos puede marcar fuerte. Es lo que tenemos que buscar: que nos marque fuerte".