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Análisis | Showbiz Kids: un relato sincero sobre la industria del entretenimiento

HBO entrena un nuevo documental, esta vez, una mirada franca y mordaz sobre los niños del espectáculo. 

Análisis | Showbiz Kids: un relato sincero sobre la industria del entretenimiento

Hay una vieja máxima en Hollywood que reza: “Nunca trabajes con niños, ni con animales…”. La frase de Alfred Hitchcock también hace referencia a Charles Laughton, pero no viene al caso. Ahora, ¿alguien le preguntó a alguno de esos pequeñines qué opinaba al respecto?ShowbizKids(2020), el nuevo documental de HBO, intenta bucear en las experiencias infantiles de varias jóvenes estrellas que crecieron delante de la cámara, muchas veces logrando una buena transición hacia una carrera adulta, y otras tantas que no atravesaron la misma suerte.   

Alex Winter, tal vez más reconocido por interpretar a Bill S. Preston en las aventuras de “Bill & Ted”, ya tiene varios documentales en su haber, además de cierto conocimiento en esto de ser el más menudo de un elenco. Con estas herramientas se planta enfrente de muchos de sus compañeros para captar en primera persona el costo de la fama temprana, el ostracismo y, muchas veces, los abusos que tuvieron que soportar, en un ejercicio que el mismo realizador describe como “catártico”. Para Winter -quien en 2018 reveló haber sido víctima de abuso sexual a los 13 años, mientras actuaba en Broadway- ShowbizKids” es una cuestión personal, casi autobiográfica, y se nota en cada entrevista y cada fotograma.

Evan Rachel Wood, Milla Jovovich, Wil Wheaton, Mara Wilson, Henry Thomas, Jada Pinkett Smith, Todd Bridges, Diana Serra Cary y Cameron Boyce -la joven estrella de Disney Channel que falleció el año pasado a causa de un ataque epiléptico- son algunas de las caras conocidas que comparten sus diferentes experiencias y puntos de vista sobre su paso por la industria, cuestiones que muchas veces se entrecruzan y emparejan, demostrando que sus infancias en los sets no fueron tan distintas. Sus testimonios cargados de cierta nostalgia y un poco de amargura se intercalan con los de Demi Singleton y Marc Slater, dos muchachitos que intentan triunfar en el showbisness.

El paralelismo no necesita metáforas. Demi, por ejemplo, es una adolescente con experiencia en los escenarios de Broadway que ama (y disfruta) lo que hace, al punto de dejar sus amistades y sus vacaciones de lado en favor de nuevas oportunidades. En el otro extremo está el pequeño Marc, empujado/alentado por una madre y un padre que lo dan todo para que su hijo logre ese puntapié inicial en la temporada de pilotos televisivos. En cuanto al nene, queda aclaro que no está 100% convencido de seguir en este tren de audiciones y rechazos, más cuando la frustración le empieza a pesar.

De todo fueron rosas para la pequeña "Matilda"

Puede que estos dos aspirantes logren su cometido o se pierdan en un mar de niños actores que año tras año se presentan a todo tipo de castings con muy pocas chances de alcanzar esa oportunidad. Los famosos entrevistados sí lo consiguieron, y terminaron aceptando los pros y los contras de una profesión que, en la gran mayoría de los casos, los alienó de una infancia medianamente normal. Todos, en mayor o menor medida, tuvieron su pico de popularidad y en un punto dejaron de ser esos niñitos adorables que ya no vendían entradas ni conquistaban al público que los había convertido en estrellas.     

La transición hacia la madurez interpretativa funcionó muy bien para varios de ellos y dejó a otros por el camino, como el caso de Cary -también conocida como Baby Peggy, una de las grandes estrellitas del cine mudo-, quien a los 19 años ya era una veterana sin ningún futuro en la industria del entretenimiento. Algo parecido ocurrió con Wilson, quien decidió apartarse de los medios y dedicarse a sus estudios, tratando de recobrar una vida “normal” más allá de los sets de filmación. Para muchos de estos niños actores, la cotidianeidad se transformó en un elemento extraño. La rutina (madura) del trabajo diario -rodeados de adultos, responsabilidades y horarios a cumplir alejados de sus amigos y compañeros de escuela- se convirtió en la norma y no todos pudieron amoldarse.      

Los que empiezan a recorrer el camino

Cada uno de los entrevistados no duda en sincerarse sobre su peculiar infancia y cómo repercutió en su vida adulta. Hablan sobre sus comienzos, la relación con sus padres -a veces apoyando sus pequeños sueños, a veces presionándolos para cumplir sus propios deseos truncos-, el peso de convertirse en sostén económico de su familia, y los abusos sufridos por personas de confianza, un secreto a voces dentro de la industria, que empezó a visibilizarse a partir del #MeToo. Sabemos que no todos salieron indemnes y Winter no puede evitar mostrar ese lado más oscuro de pérdidas y muertes prematuras, no como nota al pie amarillista, sino como epílogo que confirma las peores consecuencias para aquellos que no pudieron lidiar con el efecto a largo plazo, la mirada pública o el fracaso: cosas con las que apenas puede enfrentarse un adulto, ¿imagínense las secuelas que puede dejar en un niño?

ShowbizKids” se maneja con mucha franqueza y hasta un poco de ternura. En parte por la contribución de sus participantes, y por la propia mirada de Winter que busca la empatía de los espectadores. El director no deja de mostrar el lado glamoroso y divertido para estos chiquitines, pero también el menos favorable (¿una advertencia?), ese que descubrieron a medida que fueron creciendo delante y detrás de las cámaras. Como estructura -entrevistas, imágenes de archivo, material inédito- no asistimos a nada nuevo, pero el contenido bien vale la pena para seguir desmenuzando y entendiendo el trasfondo de una industria que no siempre brilla como las marquesinas.     

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