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Cine y series #Westworld#hbo

Análisis | La tercera temporada de Westworld nos lleva más allá del parque

Los placeres violentos y la buena ciencia ficción televisiva están de regreso en la tercera temporada de "Westworld" que, esta vez, nos mete de lleno en el mundo real: el de los humanos. 

Análisis | La tercera temporada de Westworld nos lleva más allá del parque

ACLARACIÓN: esta reseña puede contener spoilers.

Pasaron casi dos años desde el final de la segunda temporada de “Westworld” y en todo este tiempo, sus creadores, Lisa Joy y Jonathan Nolan, buscaron la manera de expandir su propio universo más allá de los confines del parque temático que le da título al drama de ciencia ficción de HBO. Esta nueva entrega arranca con “Parce Domine” (algo así, como “oh, señor, perdona a tu gente”), episodio dirigido por el propio Nolan -ausente tras las cámaras durante la temporada anterior- que encuentra a Dolores (EvanRachelWood) bien asentada en el mundo real (el de los humanos), abriéndose camino en busca de información, ¿venganza? y un objetivo que todavía no está tan claro.

Pronto entendemos que su meta se relaciona con ‘Rehoboam”, una inteligencia artificial creada por Incite (compañía de la que también depende Delos), cuyo sistema estratégico ayudó a salvar al mundo del caos constante en el que estaba inmerso. El mundo del que hablamos, el del año 2058, es uno donde impera la tecnología y su dependencia, pero las clases sociales siguen bien marcadas. La odisea  de Dolores la lleva de China hasta Londres y finalmente Los Ángeles, siempre tras la pista de los creadores y controladores de esta súper computadora. Entre ellos, Liam Dempsey (John Gallagher Jr.) -hijo del inventor- y el misterioso Serac (Vincent Cassel), el socio que se quedó con todos los privilegios.

La otra cara de la moneda de estos millonarios poderosos que se siguen llevando todo por delante incluso en el mundo real, es Caleb Nichols (Aaron Paul), ex veterano de guerra que lidia con estrés post traumático y la imposibilidad de encontrar un empleo a su medida. Mientras intenta salir del pozo, este obrero dedicado a instalar fibra óptica busca la manera de compensar la falta de ingresos realizando pequeñas “misiones” non sanctas para una aplicación conocida como ‘Rico’. Todo se vale en esta tierra del futuro mega tecnificada que toma inspiración de “Blade Runner” (1982) y otras tantas distopías, pero no nos muestra la oscuridad y la miseria en su superficie, sino que la maquilla con una visión casi utópica de un mundo perfecto, justamente, gracias a la intervención de Rehoboam.

Estéticamente, “Parce Domine” se ubica en la otra punta del espectro si comparamos los escenarios con los del parque. El modernísimo paisaje natural de Singapur (donde se llevó a cabo parte del rodaje de la temporada) le sienta perfecto a este “Los Ángeles 2058”, sin necesidad de agregar muchos efectos especiales y pantallas verdes. Así y todo, esta realidad se nos presenta mucho más artificial que las praderas del ficticio Lejano Oeste de Westworld, resaltando esta dicotomía (y conflicto) que los realizadores quieren transmitir desde su primer episodio allá en 2016.

Cada cual hace lo que puede para sobrevivir en este mundo moderno

Esta cuestión se vuelve a hacer presente en la figura de Caleb quien, cansado de la ‘falsedad’ que lo rodea, necesita algo más palpable y real para continuar con su vida. Curiosamente, la respuesta cae en sus brazos (como cayó en los de William) en la forma de Dolores que, de esta manera, también se va a conectar con un ser humano totalmente diferente a aquellos con los que se cruzó durante años en el parque, haciendo uso y abuso de su cuerpo.

La tercera temporada de “Westworld” hace honor a las promesas de Joy y Nolan -también guionistas de este capítulo- de presentarnos un relato más ‘simple’, corriéndose de las estructuras laberínticas y los rompecabezas que marearon a más de un espectador desprevenido en las dos primeras entregas. Posiblemente, esto sea lo más criticable de este arranque, que pierde un poco esa magia para sumergirnos en un tecno-thrillerciberpunk mucho más ordinario y convencional, aunque mantiene las referencias constantes y la atención a cada uno de sus detalles. En “Parce Domine” todo tiene (o parece tener) un propósito, aunque la composición especular y los paralelismos resultan ser más un guiño de la trama que una herramienta narrativa.   

Los nuevos dioses vienen marchando 

Acá, el misterio toma la delantera, pero los planteos filosóficos, y los teológicos, se cuelan en cada escena obligándonos a reflexionar sobre nuestra propia relación con la tecnología y con el resto de los mortales, muchas veces de forma indirecta a través de artilugios y redes sociales. “Westworld” nos presenta un universo que puede ocurrir (factiblemente) dentro de cuatro décadas, donde los autos se manejan solos y los humanos interactúan con hologramas. También donde una gran inteligencia artificial controla el destino de todos los individuos, eliminando ese libre albedrío no tan libre del que tanto se jacta esta temporada de tan solo ocho episodios.

Los interrogantes de la creación, el “creador”, y este nuevo dios de unos y ceros, hacen acto de presencia desde la nueva secuencia de títulos, abriendo el debate hacia otros terrenos. De repente, no podemos dejar de pensar en Neil Gaiman y su “American Gods”, que nos presenta deidades como Media, Sr. Mundo (globalización) o Chico Técnico (Internet), los verdaderos controladores de nuestro día a día, ¿o es que alguien tiene alguna duda al respecto?

Bernard, ¿sos vos?

“Parce Domine” es un gran comienzo, diferente a lo visto anteriormente, pero cumple con cada una de las expectativas, los interrogantes que se abren -¿Por qué Bernard ahora es el malo de la película? ¿Quién es Charlotte Hale o el resto de las consciencias que Dolores sacó del parque? ¿Son humanos o robots?- y la calidad a la que nos tienen mal/bien acostumbrados Joy y Nolan. Los nuevos personajes son una gran adhesión, sobre todo Paul y TommyFlanagan, en plan del guardaespaldas             MartinConnells, y una fotografía que remarca que este es el punto de vista de los host incursionando en el “Nuevo Mundo”. Puntos a favor, como siempre, para la distorsionada banda sonora de Ramin Djawadi y la inclusión de temas musicales -imposible sacarse de la cabeza “Common People” de Pulp- en su versión original porque, al fin y al cabo, este es el mundo real y no una fantasía hedonista y caprichosa. Viendo esta Los Ángeles 2058, ¿acaso hay alguna diferencia?

P.D.: ¿Qué pasó con Maeve? Jonah y Lisa nos regalan una escena post créditos que reintroduce a nuestra querida madama y el primer vistazo a “War World”, otro de los parques de Delos.    

8.0

Westworld

S03E01: Parce Domine

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