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Cine y series #Alcanzando tu sueño

Análisis | Elle Fanning es lo mejor de Alcanzando tu Sueño

Elle Fanning es una pueblerina británica con sueños musicales y ganas de triunfar, en el debut cinematográfico de Max Minghella.

Análisis | Elle Fanning es lo mejor de Alcanzando tu Sueño

Tal vez lo tengan mucho más por su faceta de actor -el Nick Blaine de “The Handmaid's Tale”, por ejemplo-, pero acá Max Minghella debuta como director con “Alcanzando tu Sueño” (Teen Spirit, 2019), dramedia musical adolescente, también escrita y producida por él. Una historia con buenas intenciones y todo el carisma de Elle Fanning pero que, desde lo narrativo, no aporta mucho que digamos al panorama cinematográfico.

Violet Valenski (Fanning) vive en la Isla de Wight (Gran Bretaña) junto a su mamá de origen polaco. Desde que papá se fue de casa, las dos trabajan sin cesar para mantener la casa y la granja, tal vez, con la esperanza de que algún día regrese. Mientras tanto, la tímida jovencita busca escapar de todas sus responsabilidades y del aburrimiento del pueblo a través de la música, perdiéndose en sus propios sueños y pensamientos con los auriculares bien pegados a las orejas, o tras el anhelo de que alguien la descubra cuando despunta el vicio melodioso en el escenario de un barcito de mala muerte.

Su suerte puede cambiar con la llegada de los reclutadores y las cámaras de “Teen Spirit”, un reality show al estilo de “Ameican Idol” que por primera vez viene a la isla en busca de talento local (y pintoresco). Violet no lo duda, pero no tiene el apoyo de su madre. Por eso encuentra en Vlad (Zlatko Buric) a un extraño mentor, que va a hacer las veces de su tutor y su manager. Este hombre desaliñado, borrachín y entrado en años es un ex cantante de ópera que tiene buenas intenciones y ve en la sociedad con Valenski una segunda oportunidad para su carrera, o la posibilidad de ser la figura paterna que no es para su propia hija.   

Después de ver que la chica tiene chances para llegar a la final, mamá Marla (Agnieszka Grochowska) empieza a ceder y deja que Violet siga adelante con las diferentes etapas del certamen, un camino que la pondrá varias veces a prueba y medirá sus lealtades y ambiciones en cuanto a su futuro musical. Básicamente, la historia de Cenicienta, pero sin príncipes azules, ni madrastras y hermanastras malvadas a la vista.

Ella canta sola, canta siempre sola

“Alcanzando tu Sueño” no tiene muchos matices. Minghella pone todo su ímpetu en el estilo visual, que contrasta constantemente las luces y la frivolidad del escenario con el paisaje y la rutina rural de Wight, pero se olvida de sus personajes, su desarrollo y sus motivaciones, que en la mayoría de los casos terminan cayendo en todos los lugares conocidos. La estética que propone el realizador es lo más interesante de la película, además de una banda sonora cargada de hits femeninos, cortesía de No Doubt, KatyPerry, Annie Lennox, Ariana Grande y la mismísima voz de Fanning que nos mantiene alejados del letargo.

Por lo demás, el camino de Violet, y sus ganas de escapar/triunfar, comienza de manera prometedora (a todos nos gusta ver vencedora a la chica ingenua y pueblerina), pero pronto echa mano de todos los clichés. Su timidez no le permite sociabilizar y la convierte en la “rara” del lugar frente a las chicas populares, aunque encuentra un poco de empatía y amistad gracias Luke (Archie Madekwe), un compañero de clase, y su banda, que le servirán de grupo de apoyo durante el concurso.  

Un pasito más hacia la fama 

La inexperiencia de Minghella se siente mucho más durante la segunda parte de la película. Al principio se disfruta el recorrido junto a la protagonista mientras conocemos y reconocemos sus pasiones, la relación con su mamá o su abúlica cotidianeidad en una ciudad que no tiene mucho para ofrecerle. Una vez que la competencia entra en juego, la trama cambia de color y nos entrega momentos más desprolijos y convencionales. La naturalidad de los personajes se torna más caricaturesca y la frescura de la historia se pierde en previsibilidad y escenas caprichosas.

Por suerte, el magnetismo de Elle nunca se desvanece, y aunque algunos numeritos musicales aparecen un tanto forzados, Minghella cae bien parado cuando se trata de reflejar el carisma (musical) de su protagonista. Estos son los momentos más disfrutables del film que, a pesar de su escueta duración, se hace un tanto tedioso cuando no tiene mucho para ofrecer en materia narrativa.

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