Segun dio a conocer el científico planetario Kevin Cannon en la Conferencia de Ciencias Lunares y Planetaria en The Woodlands, Texas; la superficie del planeta Mercurio, repleta de cráteres, podría estar cubierta de diamantes.
Sus simulaciones por computadora predicen que miles de millones de años de impactos de meteoritos pueden haber transformado alrededor de un tercio de la corteza del planeta en una reserva de diamantes muchas veces mayor que la de la Tierra.
Mercurio se caracteriza por ser un planeta sólido y rocoso. Es el más cercano al Sol y también el más pequeño de todos los que forman parte del Sistema Solar. Además, es sólo un poco más grande que la Luna, el satélite natural de la Tierra, y al igual que esta, tiene una superficie cubierta de cráteres.
No experimenta estaciones como otros planetas, ya que su eje de rotación está inclinado aproximadamente solo 2 grados con respecto al plano de su órbita alrededor del Sol; y realiza una órbita completa alrededor del Sol en solo 88 días terrestres.
Pero su gran distintivo no es lo mencionado anteriormente: lo es, geológicamente hablando, su abundante carbono en forma de grafito y el golpe extremo que recibió de los asteroides hace unos 4 mil millones de años, durante un periodo violento y destructivo llamado Bombardeo Intenso Tardío.
En su trabajo en progreso, Cannon modeló los efectos de esos impactos en la corteza de Mercurio durante miles de millones de años y encontró que la presión del impacto de los asteroides habría sido suficiente para convertir del 30 al 60% del grafito en lo que él llama "diamantes de choque".
Específicamente, Mercurio habría tenido una capa de grafito de 300 metros de espesor que podría contener hasta 16 cuatrillones de toneladas de diamantes (unas 16 veces las reservas de diamantes estimadas de la Tierra).
"Ese es el número que obtienen mis modelos para toda la corteza de Mercurio, pero es probable que solo una pequeña fracción del material en la superficie sea diamante", explica Cannon. "Tal vez uno o dos por ciento como máximo".
Por otro lado, más allá de las dificultades para llegar al planeta, como la temperatura y los problemas de transporte, los mineros espaciales probablemente no querrán dirigirse a Mercurio en el corto plazo, a pesar de la gran cantidad de carbono que permitió la creación de cristales, porque los diamantes son probablemente impuros. "Terminarás con una mezcla desordenada de grafito, diamante y tal vez algunas otras fases también, por lo que no tendrás lindos cristales que puedas pulir y poner en un anillo", dice Cannon.