Varios científicos han propuesto a lo largo de la historia la hipótesis de que las diferencias en hombres y mujeres respecto a la búsqueda de carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) tiene que ver con distintas aptitudes matemáticas cuyo origen son las diferencias biológicas.
Para analizar esa hipótesis, un equipo de investigadoras de la Universidad Carnegie Mellon en Pensilvania (Estados Unidos) examinó exhaustivamente el desarrollo cerebral de niñas y niños pequeños y observaron que no existían diferencias de género en las respuestas neuronales al contenido matemático.
Si bien existen investigaciones sobre cómo varía el dominio de la matemática en hombres y mujeres, éstos no logran diferenciar los factores biológicos intrínsecos de los socioculturales.
Jessica Cantlon, del Departamento de Cerebro y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Rochester, y su equipo realizaron por primera vez un estudio basado en neuroimágenes (resonancia magnética funcional) para medir la actividad cerebral de 104 niñes de 3 a 10 años de edad mientras miraban videos educativos.
No solo no encontraron diferencias en el desarrollo cerebral sino que tampoco en cómo procesaban las habilidades matemáticas. Además, todos estaban igualmente interesados en los videos que se les presentaba.
"Vemos que los cerebros de los niños funcionan de manera similar independientemente de su género, por lo que esperamos poder recalibrar las expectativas de lo que pueden lograr en matemáticas", dijo Cantlon, quien dirige el equipo de investigación.
En el trabajo publicado en Nature sostienen además que las similitudes eran evidentes en todo el cerebro, y que las diferencias de género en los campos STEM probablemente se deban a un origen ambiental complejo.
Cantlon cree que la sociedad y la cultura son las que posiblemente estén alejando a las niñas y mujeres jóvenes de los campos STEM.
La Teen Talk Barbie fue una edición de la muñeca Barbie de Mattel introducida en 1992 que recitaba cuatro frases, entre las que se encontraba una que decía "La clase de matemáticas es difícil".
Este es solo un ejemplo de cómo los juguetes propagan el mito de que las mujeres no prosperan en STEM debido a menores habilidades matemáticas que los hombres.
"La socialización típica puede exacerbar las pequeñas diferencias entre niños y niñas que pueden influir en cómo los tratamos en ciencias y matemáticas", dijo Cantlon. "Necesitamos conocer estos orígenes para asegurarnos de que no somos nosotros los que causamos las desigualdades de género".