Si bien el éxito del misil intercontinental lanzado por Corea del Norte en los últimos días ha generado cierto grado de preocupación en Estados Unidos, desde el propio Pentágono descartaron que el ensayo agigante la tensión entre las naciones y los acerque a una guerra.
Sin embargo, fiel a su estilo directo, Donald Trump habló sobre lo ocurrido en el régimen de Kim Jong Un tras su llegada a Europa, para participar de la Cumbre del G20. Aquí, el presidente se mostró firme en la postura tras haber solicitado nuevas sanciones a PyongYang por la actividad militar.
"Llamo a todas las naciones a afrontar esta amenaza global y a demostrar públicamente a Corea del Norte que hay consecuencias a su muy, muy mal comportamiento", remarcó el magnate republicano, a las pocos minutos de haber llegado a Varsovia, Polonia.
Respecto a las palabras de Trump, donde se expresó sobre una respuesta "bastante dura" a Corea del Norte, el Secretario de Defensa, Jim Mattis, remarcó que las medidas serán diplomáticas: "Estamos lidiando con una muy seria escalada militar, una afrenta a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
El temor de un posible final de las negociaciones corresponde a que, según determinaron algunos especialistas, el misil puede alcanzar parte del territorio de Alaska, generando así un golpe mayor en cuanto a cuestiones legales e internacionales.
Para evitar dicha propuesta, y pese al anticipado aviso de Rusia de votar en contra de las sanciones, la Unión Europa y Japón también analizan presentar nuevas sanciones a Corea del Norte.