Tras el anuncio del Gobierno donde las tarifas de gas residenciales subirán 45% en promedio a partir de diciembre. Ahora, el Gobierno propone limitar los alcances de la tarifa social.
Con respecto a la suba del gas, la categoría de menor consumo será la más perjudicada al tener que enfrentar un aumento promedio de 58%. Estas subas impactarán sobre boletas que en el último año treparon un 400% en promedio para los hogares y se espera que en abril del próximo año vuelvan a aumentar en un 30%.
Desde diciembre, si prospera la propuesta oficial, el Gobierno busca limitar los alcances de la tarifa social que concentra a los sectores económicos más vulnerables. De esta manera, no se bonificaría todo el consumo de gas, sino un bloque determinado.
Hasta ahora, las familias que tenían ese beneficio sólo debían pagar por los servicios de transporte, de distribución y los impuestos de cada factura, mientras que el consumo del gas en sí mismo estaba enteramente subsidiado por el Estado.
La tarifa social alcanza en la actualidad a 1,8 millones de usuarios, mientras 2,7 millones están incluidos en el Programa Hogar.
También habrá una readecuación de valores respecto de la garrafa y el Programa Hogar. Hoy la garrafa de 10 kilos cuesta $ 135, de los cuales el Estado transfiere a los beneficiarios $ 115, mientras un usuario de la tarifa social por redes paga un equivalente de $ 37 por la misma cantidad de energía, "es decir, el beneficiario del Programa Hogar paga 46% menos".
La propuesta desde diciembre es "llevar el precio máximo de la garrafa a $ 185 y aumentar el subsidio de $ 115 a $ 146, por lo que el usuario pagará $ 39, es decir, 38% menos que los $ 63 que paga el beneficiario de tarifa social".