Nicaragua: el escenario detrás de la denuncia de Thelma Fardín
La actriz denunció a Juan Darthés en el país latinoamericano, que atraviesa una fuerte crisis social, económica y política. ¿Por qué es importante que la joven se exprese en ese lugar? Para entenderlo, Filo.News dialogó con una activista feminista local.
Thelma Fardín, acompañada de la colectivo de Actrices Argentinas, denunció a Juan Darthés por violación durante una gira de "Patito Feo" en Nicaragua, públicamente y con la presencia de los medios de comunicación.
Para ello, previamente tuvo que declarar frente a la Unidad Especializada de Delitos Contra la Violencia de Género del Ministerio Público correspondiente a ese país latinoamericano.
Sin embargo, Nicaragua es considerado como uno de los peores escenarios para la mujer. Los números hablan por sí solos: según indicó un informe de Amnistía Internacional, entre diciembre y enero de 2017/2018 se produjeron 55 homicidios.
Para entender más detalles de la situación que vive el país, y de la importancia que cobró la denuncia de Thelma, Filo.News se comunicó con María Teresa Blandon, feminista e integrante de la organización "La corriente", docente de género y de desarrollo en Nicaragua y Barcelona.
Nicaragua: panorama desolador
"Nosotros no hablamos de violencia de género, sino de violencia machista", explica Blandon, debido a que buscan colocar la mirada en el tema de lo masculino como una construcción de dominio, de poder, de imposición, y de control del cuerpo de las mujeres.
Lo cierto es que el país latinoamericano atraviesa una crisis económica, política y social muy grave. Pero también se encuentran en una impactante situación en cuanto al tratamiento de iniciativas de género.
"Nicaragua, como América Latina y Centroamérica, es una sociedad profundamente machista, todas las formas de violencia, absolutamente todas, están instaladas en las estructuras familiares, personales, privadas, públicas, este país tiene un altísimo indice de abuso sexual, de violencia física, de violencia psicológica, de acoso callejero, de violencia económica o patrimonial", confesó.
En este contexto, según sus palabras, los grupos feministas son las únicas que pueden lograr exponer los casos de violencia hacia las mujeres. Es un tema de agenda para ellas, que buscan instalar en toda la comunidad. "Gracias a nuestro trabajo, principalmente desde finales de los 80' y a partir de los 90', la hijastra de Daniel Ortega lo denunció por haberla abusado durante más de una década".
En ese momento diputado, la acusación de la mujer dirigida al actual presidente de Nicaragua duró solo cuatro días en la justicia. María definió la situación como un claro ejemplo de "impunidad".
"En América Latina tenemos millones de Thelmas", sostuvo.
En 2017 se aprobó la Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres, número 779, que parecía que iba a ayudar a resolver esta situación. Sin embargo, no fue así: "Luego fue reformada, y en la reforma se debilitó, se distorsionó", explicó la mujer. Según comunicó Amnistía Internacional, los cambios del proyecto reconocían como femicidios a todos aquellos que ocurrían únicamente en el ámbito privado, y no en el público.
Pero no es solo una situación que se vive en Nicaragua, y la docente se encargó de dejarlo en claro. "En Argentina hicieron lo que hicieron con la barbaridad de Lucía, ¿por qué puede ocurrir eso? porque hay sociedades profundamente machistas, llenas de violencia, un acto tan bárbaro y cruel en el que el sistema judicial actuara como actuó. Estamos hablando de un problema generalizado".
La denuncia de Thelma: ¿cómo se reflejó en el país latinoamericano?
"Yo fui la que recibí a Thelma en Nicaragua (...) Logramos que hiciera una gestión que a una nicaragüense le hubiera costado tres meses".
¿Cómo se representan los casos de abuso sexual en ese país?
"Es un delito silenciado, porque esta idea muy conservadora de la unidad familiar, de la autoridad del padre o de la figura masculina dentro de la familia está muy instalada, y eso hace que las víctimas no denuncien porque tienen miedo que no les crean, o denuncian pero no pasa nada; la familia voltea a ver para otra parte, de eso conocemos muchísimos casos".
¿Cómo llegó Thelma a conectarse con los organismos feministas?
"Conoció a otra nicaragüense, que trabaja con una agencia de cooperación al desarrollo, y le dijo que el sistema judicial en Argentina le orientó a hacer la denuncia en Nicaragua para poder tramitarla, y ella se vio obligada a venir aquí para interponer la denuncia. La fiscal la atendió con el acompañamiento del CENIDH (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos), por supuesto le hicieron un examen psicológico, el examen físico no tenía mucho sentido después de tantos años, no era posible".
¿Qué representa el caso de Thelma en América Latina?
"Thelma es una muchacha muy valiente, pero le pasó lo que le pasa a toda las víctimas, este proceso de revivir el momento traumático, volvió a conectarla con el dolor y miedo que vivió, hay miles de casos en este país. Afortunadamente contó con el apoyo del movimiento feminista y actrices argentinas, y eso está bien, pero lo que pasa es que en América Latina tenemos millones de Thelmas".
¿Por qué el gobierno optó por la disolución de CENIDH?
"Lo disolvió ayer, hoy mismo disolvió a 5 ONG, nosotras en la corriente ya fuimos informadas extraoficialmente que nos despojan de la personería jurídica. Nos ponen en una situación más difícil, pero estas organizaciones están integradas por gente muy luchadora. El Estado legitima la violencia machista, y a pesar de lo que luchamos las feministas, siguen actuando de manera tan lenta, fragmentaria, eso alienta a los agresores".