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Actualidad #Miracomonosponemos

Militantes no se callen más: la ola de denuncias llega a los partidos políticos

Tras la denuncia hecha por el colectivo de Actrices Argentinas florecieron los llamados por violencia sexual infantil, las redes sociales se inundaron de relatos en primera persona y si bien casi todos los partidos políticos se sumaron al #MiraComoNosPonemos, muchos ya empiezan a recibir denuncias por violencias al interior de las estructuras. El momento es ahora: militantes no se callen más.

Militantes no se callen más: la ola de denuncias llega a los partidos políticos

Desde el miércoles pasado se vienen visibilizando muchísimos casos de acoso, de abuso y de violencia sexual. Muchos de hace un largo tiempo, otros más recientes, incluso mujeres que pueden ver ahora que lo que estaban aguantando cotidianamente no tiene razón de ser. Un antes y un después que nos desborda, nos interpela y nos obliga a revivir experiencias pasadas.

Pero ¿Qué pasa cuando la violencia que sufrimos es dentro del espacio de militancia? ¿Qué pasa cuando el agresor es además un referente político? ¿Qué pasa cuando nos piden nuestro silencio en favor del proyecto que estamos construyendo? 

Las estructuras partidarias tradicionales, con sus jerarquías y referencias, le dan impunidad a muchos referentes que abusan del poder que se les confiere. Mientras tenga buena oratoria, sepa plantarse y conseguir acuerdos pareciera que sus actitudes personales hacia las mujeres en general y sus compañeras en particular se perdonan.

La cantidad de violencia que hemos naturalizado se da en todos los espacios que habitamos: en las casas, las escuelas, los barrios y los partidos políticos no están exentos. Lo que cambiamos somos nosotras, que después de 33 encuentros nacionales de mujeres, lesbianas, travestis y trans, después de 4 Ni Una Menos masivos y una ola verde sin precedentes nos organizamos todas juntas para gritar: No nos callamos mas.

Desde Filo.News aprovechamos para entrevistar a quién quiere motivar a las militantes a hablar. Marisol De Ambrosio es periodista y ex militante de La Cámpora, el sábado escribió una nota para infobae donde relata los silencios que tuvo que conceder para seguir participando del espacio y cómo la violencia sufrida tuvo como consecuencia lo que suele pasar: ella se fue sola, ellos se quedaron como sí nada. 

Si bien su nota tiene como eje su experiencia personal dentro de ese espacio político las prácticas de lo que conviene y lo que no conviene contar son frecuentes en las organizaciones partidarias, el hecho de que sean las mujeres las que se van en silencio sin manchar al referente también. 

¿Cómo crees que afecto esta ola de denuncias a los partidos políticos? 

Es demasiado pronto para saberlo, hay que ver cómo se dan las cosas, pero tengo la sensación de que hay mucho miedo de parte de los varones en las organizaciones. Tienen miedo porque piensan: ahora van a hablar.

En lo personal, me gustaría que más allá del miedo de los varones las mujeres tomen conciencia de sus propias vivencias. No para que los señalen como los malvados, los violadores, sino para que se puedan hacer los cambios necesarios para que no pase más y entiendan que es el momento de que el poder lo ejerzan ellas.  

No escribí la nota para que condenen a La Cámpora, especialmente personas de otros partidos, sino para que las mujeres militantes, de todas las organizaciones, lean que es el momento de ellas. Es ahora cuando se puede romper este sistema estructuralmente violento que tienen las organizaciones, es momento de desnaturalizar las distintas formas de violencia y que las mujeres tengan mayor poder real dentro de los espacios de militancia

 ¿Por qué crees que se ocultan las denuncias?

En la militancia se ocultan las denuncias para proteger al referente, al proyecto político. Yo milité en La Cámpora, no quiero que se entienda como algo que se hacía para defender a Cristina sino como una red de complicidades que políticamente ayuda a no mellar la imagen del político por el cual se milita. Insisto: pasa en todas las organizaciones políticas. De hecho en estos días he recibido denuncias de otros espacios militantes. Es parte de este sistema militante guardar el silencio para no arruinar "la cuestión política".

¿Qué te produce el comunicado de La Cámpora "Sororidad como forma de construcción política"?

Me da risa. Es imposible eso, particularmente hablando de La Cámpora. 

Cuando escribí la nota lo hice desde el dolor, no tenía bronca sino que necesitaba vomitar todo esto que me había guardado tanto tiempo. Ahora, a partir de todas las denuncias que me llegaron después de publicar la nota, resignificó el comunicado que sacaron el viernes. No me pasó a mi, nos pasó a todas. 

Yo sigo muy movilizada. No busco punitivismo ni resarcimiento personal sino que entendí  que si estamos comprometidas con el feminismo, con este momento histórico, entonces no nos podemos callar, no podemos ser cómplices.