La jornada agitada del 7 de diciembre ha sido un duro golpe para los políticos y funcionarios de la gestión kirchnerista, luego de que el juez Claudio Bonadio ordenara las detenciones de Luis D'Elía, Fernando Esteche, Jorge Khalil y Carlos Zannini por la causa en la que se investiga el delito de encubrimiento agravado en la causa de AMIA.
Más allá de estos, el pedido de desafuero de Cristina Fernández de Kirchner ha sido considerado un duro golpe a la democracia por los partidarios del peronismo, que, junto a partidos de izquierda y agrupaciones de derechos humanos, han salido a reclamar a la calle en contra de Mauricio Macri, acusando una persecución política.
La masiva manifestación no sólo ha sido remarcada por los políticos argentinos, sino que además distintos líderes políticos del continente, que poseen una buena relación con la ex presidente y han sido cercanos a su gestión, salieron a respaldarla y a denunciar los actos judiciales en su contra.
Uno de ellos, fue el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, que compartió una carta de su partido en la red social de Twitter. "Queremos hacer llegar nuestra profunda solidaridad con nuestra amiga y compañera, Cristina Fernández de Kirchner, ante el afán de persecución del gobierno de Mauricio Macri", destaca el comunicado.
Misma modalidad utilizó la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que escribió en su perfil que "el decreto de prisión de una ex presidenta de República, a partir de una evidente farsa procesal, es un atentado a la democracia", adjuntando la carta del Partido de los Trabajadores (PT).
Quién tampoco estuvo ajeno al asunto de dicho país fue el ex mandatario y candidato a 2018, Lula Da Silva, que utilizó el mismo canal de comunicación y expresó que "es preocupante la verdadera caza judicial y de medios de comunicación contra esta compañera que tanto admiro y aprecio".